Decidido a seguir trabajando por la construcción de una Catalunya independiente y dispuesto a reponer a consejeros cesados, exigiendo que Rajoy y Sánchez renuncien al control financiero.
Este ha sido el tono de Quim Torra, que este martes se ha reunido en Berlín con su predecesor, Carles Puigdemont, para encarar el rumbo del nuevo Govern.
El 'president' electo ha asegurado, en una rueda de prensa conjunta, que contactará por carta con Mariano Rajoy para abrir un período de "desescalada" y diálogo con el Estado. "Ponga día y hora", ha reclamado al presidente del Gobierno, con la exigencia de que se levante el 155 y el control desde el Estado de las finanzas de la Generalitat.
Aunque Puigdemont ha reiterado que será su sucesor quien tome todas las decisiones del nuevo Govern, el encuentro ha vuelto a ilustrar que la opinión del 'expresident' será la determinante. "Estoy aquí para rendir homenaje al presidente legítimo; yo seré el auxiliar", ha afirmado Torra. Puigdemont espera en Berlín, mientras tanto, una decisión de la justicia alemana sobre la petición de extradición solicitada por España.
Ambos dirigentes de JxCat han exigido la retirada del artículo 155 de la Constitución, algo que debería suceder a partir de este jueves cuando Torra nombre al nuevo Gabinete catalán. Reclaman, también, la devolución del control financiero, actualmente en manos del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Torra ha añadido que no aceptará que el Estado se niegue a ello. Los elegidos como nuevos 'consellers' siguen siendo una incógnita.
Por su lado, Puigdemont ha asegurado que con Torra "Catalunya está en buenas manos" y ha desmentido que él hablase de un nuevo Gobierno de transición temporal y de una legislatura más corta de lo habitual. Así, según la ley catalana, Torra podrá convocar nuevas elecciones a partir del próximo 27 de octubre, una posibilidad que no tiene por qué convertirse en realidad.
Silencio sobre los tuits
Controvertido por tuits y apoyos ideológicos de aire xenófobo, Torra se ha negado a responder sobre ello y ha querido presentarse en su primera comparecencia frente a la prensa internacional como un miembro del europeísmo liberal, a favor del libre comercio y de la unidad de Catalunya.
Asimismo, ha denunciado la situación que le ha llevado al frente de la Generalitat. "Es absolutamente inimaginable en Europa que cuatro otros diputados con sus derechos intactos no hayan podido ser investidos como presidente", ha lamentado.
Preguntado sobre cómo su misión independentista afectará a los que se oponen a ella, ambos han asegurado que Torra gobernará "para toda Catalunya", aplicando medidas sociales, como la ley contra la pobreza energética, y otras del anterior Ejecutivo que se dirigían a beneficiar al conjunto de los catalanes.