Irlanda acaba de escribir una de las páginas más gloriosas de su historia. Firmó su tercer Gran Slam, que tuvo varias particularidades. La primera, que lo logró en Twickenham, la Catedral del Rugby, por primera vez. Coronó el Gran Slam en la casa de los ingleses, mostrándose ampliamente superior en todos los aspectos, sobre todo en el mental. La segunda, porque pudo imponer un rugby espectacular, consolidándose como el mejor equipo de Europa y el segundo mejor del mundo. Cuatro de los partidos los ganó bien. El otro, con suspenso y épica, que seguramente será el momento que se recordará […]
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