Fin a la permisividad con las motos estacionadas en las aceras. A pesar de tener desde hace años una clara normativa para regular el aparcamiento de los motos en la vía pública, las más de 280.000 motos matriculadas en Barcelona parecía que tenían vía libre a la hora de estacionar en las aceras. Tras años de total permisividad y casi nulo control, el gobierno liderado por Ada Colau ha avisado que empezará a tener mano dura y a sancionar a quienes no cumplan con la normativa.
El Ayuntamiento ha estado advirtiendo a los motoristas con información colgada en los manillares de las motos en los que claramente hablaban de "fin de la tolerancia" a partir de hoy lunes 26 de febrero. La campaña, informa Ep, ha constado de
trípticos, piezas digitales y unas banderolas
en los puños de los manillares de las motocicletas estacionadas en las aceras de Barcelona donde se puede leer: "No deje el vehículo estacionado en este lugar por el siguiente motivo: Fin de tolerancia".
La campaña de concienciación ha pretendido dejar claro que a partir de ahora hay que dejar las aceras libres para los transeúntes y aparcar según la normativa, vigente desde hace más de diez años. Ésta prohíbe estacionar las motos en aceras de menos de tres metros de ancho y tampoco las permite aparcadas en batería en las que tengan entre tres y seis metros.
Hasta ahora las intervenciones de la Guardia Urbana se centraban especfícifamente en las zonas de la ciudad en las que se solían congregar más quejas vecinales. Fuentes municipales confirman que a partir de ahora la Guardia Urbana de Barcelona empezará a multar en puntos específicos a los propietarios de motos que no aparquen en los sitios reglamentados.
Estacionar en la acera de forma no reglamentaria en Barcelona se considera una sanción que puede ser de 100 euros y que en la mayoría de los casos no supera los 50 euros.