El responsable del Real Madrid sabía que los suplentes funcionarían tarde o temprano. Los malos resultados de los titulares en la Liga introdujeron al equipo blanco en una presión máxima que el plan B no soportó en la Copa. El banquillo tiene más juventud que nunca y no pudo con la situación. Zidane, que piensa seguir en el club hasta 2020, quiso protegerles y no les sacó en muchos encuentros.
El técnico protegió a los jóvenes suplentes en los momentos duros, cuando lo resultados eran irregulares y el gol no entraba, pero muchos no lo entendieron
Pocos entendierion esa política del técnico marsellés, que intentaba regatear los pitos para muchachos que podían acusarlo en los momentos duros, cuando los goles no entraban y Betis, Villarreal y Leganés vencieron en el Bernabéu.
Necesitaba que su Real Madrid volviera a las victorias para dar entrada a hombres que serían titulares en cualquier otro club y que aquí deben ganárselo cada día. El francés elogió en Leganés a Marco Asensio, «ya sabemos lo que aporta», que fue el gran protagonista de la reacción ante el PSG; y alabó especialmente a Kovacic y a Lucas, un gladiador de calidad y un extremo que ataca y defiende como ningún otro delantero hace en España.
«Quiero destacar a Kovacic, que ha jugado poco y ha hecho un gran partido», espetó el técnico madridista. «Y quiero subrayar la actuación de Lucas. Se sentía mal antes del partido, pudo jugar e hizo un trabajo excelente, en el aspecto ofensivo y en el defensivo. Me alegro por su gol. Lucas se lo merece todo».