«Era un Animal House. Y digo era porque ya no trabajo allí, pero estoy segura de que sigue pasando lo mismo», confiesa una de las antiguas trabajadoras de los Dallas Mavericks a «Sports illustrated», la revista que ha desvelado en exclusiva el comportamiento impropio de Terdema Ussery, expresidente y exCEO del club, una de las clásicas franquicias de la NBA, acusado de «realizar comentarios fuera de tono» y de «tocamientos inapropiados».
Los testimonios son demoledores contra el ex capo del club. Ussery (59 años) estuvo en la franquicia de Dallas desde 1997 a 2015. «Trabajando con los jugadores no he tenido ningún problema, me relajaba, pero cuando iba a mi escritorio la cosa empeoraba. No me sentía segura yendo a trabajar y después nos preguntamos por qué no hay más mujeres trabajando en el mundo deportivo», argumenta otra.
Los empleados denunciantes, algunos ya no trabajan con los Mavericks, no dudan en calificar la situación vivida como «una cultura corporativa plagada de misoginia y comportamiento sexual vejatorio». El ambiente laboral era insostenible, irrespirable, dado el machismo reinante en todas las actuaciones del dirigente denunciado.
Antes de que se publicase el reportaje en «Sports Illustrated», los Mavericks –quizá tuvieron una filtración– hicieron públio un comunicado en el que indicaban que habían abierto una investigación sobre «conductas inapropiadas contra empleadas en los últimos años». «La organización de los Mavericks se toma muy en serio las acusaciones. Hemos informado a la Liga y hemos contratado un abogado externo para realizar una investigación exhaustiva e independiente», explica la entidad en su comunicado oficial.
