El Sevilla y el Mánchester United no pasaron del empate sin goles este miércoles en un partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones por lo que todo queda abierto para la vuelta en Old Trafford el 13 de marzo.
Ninguno de los dos equipos fue capaz de imponer su juego en un partido trabado, en el que brilló el portero del United, David de Gea, que salvó a su equipo en varias ocaciones en que el Sánchez Pizjuán ya cantaba el gol.
Los sevillistas salieron en tromba a buscar el gol, sabedores de la importancia de llevar un buen resultado de cara a la vuelta en Mánchester, pero se encontraron con United bien plantado en el terreno de juego.
Los hombres de José Mourinho aguantaron la presión del Sevilla buscando el error del rival para luego aprovechar la velocidad de hombres como Alexis Sánchez para salir al ataque o buscar la referencia del belga Romelu Lukaku, el hombre en punta del equipo visitante.
El Sevilla intentó llegar más frente a un United, que estaba cómodo conteniendo a los locales.
Un disparo lejano del joven Scott McTominay que sacó de puños Sergio Rico (38) fue prácticamente la única ocasión del United en la primera parte, que acabó con un acelerón del Sevilla.
En apenas dos minutos, De Gea salvó a su equipo en dos ocasiones prácticamente consecutivas con dos manos providenciales a un cabezazo de Steven N'Zonzi (45) y otro remate de cabeza de Luis Muriel (45+1).
Tras el descanso, el Mánchester United siguió con su trabajo de contención, más preocupado de no encajar que de salir al ataque.
El paso de los minutos empezó a pasar factura al Sevilla, mentras el Mánchester intentó aprovechar la frescura de hombres como Rashford o Martial para llegar a la portería contraria.
Los últimos diez minutos fueron un toma y daca entre los dos equipos, aunque al final el marcador ya no se movería y la resolución de la eliminatoria tendrá lugar en Old Trafford.