«Las amenazas e insultos que estamos sufriendo por parte de independentistas, cargados de odio y crueldad, nos hacen entender aún más lo que pasaron los agentes desplazados». Con estas palabras valoraba a ABC la presidenta de la Asociación que agrupa a los hosteleros de la Costa Cálida (Hostetur), María del Mar Martínez, la campaña de descalificación «muy desagradable» de la que están siendo víctimas desde que el martes anunciaran que van a regalar estancias de fin de semana en hoteles de municipios murcianos a miembros de las Fuerzas de Seguridad que formaron parte del dispositivo especial desplazado a Cataluña durante la crisis del 1-O.
De la crispación que esta iniciativa ha desencadenado en el ámbito secesionista da buena cuenta que el propio expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, decidiera el jueves añadir desde su exilio belga su propia dosis de combustible a la operación de acoso contra los hosteleros murcianos. «Gracias a Hostetur, a la delegación del gobierno, ayuntamientos y Ministerio del Interior por el merecido homenaje a los policías que se dejaron la piel atemorizando, persiguiendo, insultando, amenazando y pegando a ciudadanos de Catalunya el 1 de octubre. Franco estaría muy orgulloso», escribió en su cuenta de Twitter.
Frente a esa agresividad, la presidenta del colectivo rechazó que Puigdemont haya conseguido ofenderles, si bien confesó que ha sorprendido que el candidato de JpCat «tenga ese tiempo ocioso para meterse con nosotros». Pero más allá, los hosteleros han reclamado con toda rotundidad su «derecho a agradecer» a policías y guardias civiles una labor y una entrega que mejora la calidad de vida de todos.
«Nuestra invitación a las Fuerzas de Seguridad responde al reconocimiento a un colectivo dedicado exclusivamente a servir a una sociedad que solo de acuerda de ellos cuanto tiene problemas. Estos profesionales lo han pasado mal en los acontecimientos vividos en esa querida parte de España que es Cataluña», justificó a este diario María del Mar Martínez, que subraya que, tras esta situación, preparan la llegada de los agentes invitados «con más ahínco, orgullo y con la mayor ilusión».
La iniciativa fue presentada por Hostetur el pasado día 6 al delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Bernabé, al que comunicaron que van a regalar minivacaciones a 210 agentes y sus parejas, además de ofrecerles durante su estancia diferentes actividades de ocio y culturales y una cena de reconocimiento con autoridades de la región.
El acoso al que están siendo sometidos por estos planes lo están protagonizando personas «haciéndose pasar por clientes» que amenazan a los establecimientos implicados «con hacerles la vida imposible». Junto a ello, «nos están haciendo valoraciones muy negativas en TripAdisor o en Google» sin siquiera haberse alojado nunca en los sitios que critican, agrega la presidenta, para quien con esta experiencia «te das cuenta realmente del odio que hay en esa región y nos da una pena increíble».
El Gobierno puso fin a últimos del mes de diciembre la «operación Copérnico» con la que se desplegó en Cataluña un dispositivo sin precedentes que se inició semanas antes del referéndum del 1-O.
En sede parlamentaria, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, defendió el pasado enero la actuación de Policía Nacional y Guardia Civil durante el 1-O, que tildó de «legítima, profesional y proporcionada», y desarrollada en «condiciones muy difíciles» dentro de las cuales los agentes actuaron «cumpliendo con su deber en la defensa del bien común, dentro de la ley y para defender la ley».