Las bicicletas podrán girar a la derecha aunque se encuentren con un semáforo en rojo –cerciorándose de que ceden el paso a vehículos y peatones– o circular en sentido contrario en las calles residenciales que tienen limitada su velocidad a 20 kilómetros por hora. Estas, entre otras medidas que fomentan la presencia de ciclistas y viandantes en las calles de Madrid, son las novedades de la Ordenanza de Movilidad Sostenible de la capital que está previsto que entre en vigor antes del verano. La delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ejecutivo de Carmena, Inés Sabanés, presentó ayer el borrador de esta norma junto al director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación, Francisco Javier López Carmona. Entre las novedades para los peatones: la normativa en la que aún trabaja el Gobierno municipal les permitirá cruzar por una «zona 30» por cualquier punto sin necesidad de utilizar un paso de cebra y tendrán prioridad sobre los vehículos en las vías en las que la velocidad máxima permitida es de 20 por hora, tal y como ya está recogido en el Reglamento General de Circulación. Más restricciones en lo que respecta a los automovilistas: la velocidad de las calles de un carril por sentido o carril único quedará limitada a 30, mientras que ya no se podrá pisar el acelerador más allá de los 20 kilómetros por hora en las vías en las que calzada y acera estén a un mismo nivel.
Los motoristas tampoco podrán volver a circular o aparcar en las aceras siempre que haya espacio en las calzadas. Para los ciclistas se habilitarán aceras-bici en lugares puntuales y sólo podrán aparcar sus vehículos en la zona destinada a los peatones dejando tres metros de paso para los viandantes. Nuevo reglamento también para los usuarios de los patinetes eléctricos (tendrán que tener más de 16 años, llevar el casco reglamentario, luces y no hacer uso de auriculares) que deberán circular por la calzada. Los monopatines sólo tendrán uso deportivo y, por lo tanto, no podrán circular por calzadas ni aceras. Los usuarios de los patines, por su parte, sí tendrán el acceso permitido a los carriles específicos para bicicletas y las aceras siempre que circulen a una velocidad similar a la de los peatones. Asimismo saldrán de la circulación las «bicibirras», cuyo uso estará terminantemente prohibido en las calles de la capital.
La normativa añade también los planes para mejorar la calidad del aire, que impedirán a los automóviles circular sin etiqueta ambiental a partir de 2025 y obligará a los todos los nuevos vehículos de transporte de viajeros (VTC) a contar con la etiqueta Eco o Cero, como ya sucede con los taxis desde principios de año. Además, dará un tiempo máximo de dos minutos para la subida y bajada de viajeros en el carril bus-taxi y prohibirá a los vehículos de servicio público parar en estos carriles para esperar a un cliente que los haya reservado previamente.
En lo que se refiere al aparcamiento en la ciudad, la nueva ordenanza amplía la figura de los estacionamientos de larga duración a los alrededores de los hospitales y otro tipo de centros sanitarios. El SER permitirá pedir a la dirección de los centros sanitarios la regulación del aparcamiento permitiendo a pacientes y familiares estacionar en periodos más extendidos que los que actualmente admiten las zonas verde y azul. En estas zonas, además, el coste del aparcamiento será distinto a la tarificación general del SER. A solicitud de los vecinos también podrían crearse zonas de aparcamiento vecinal en las zonas colindantes del SER en las que los residentes no tendrán límite de tiempo de estacionamiento.
Plazas disponibles a tiempo real
Con el objetivo de mejorar la circulación, el Ayuntamiento también prevé poner en marcha una aplicación telemática para controlar el tiempo que emplean los vehículos de reparto en realizar sus tareas de carga y descarga (la Junta de Gobierno establecerá el tiempo máximo para esta actividad, tendrán que sacar un tique electrónico y darse de alta en el registro de distribución urbana de mercancías), el uso indebido de las plazas destinadas a personas con movilidad reducida o el nivel de ocupación de los aparcamientos municipales que tendrán la obligación de informar de las plazas que tienen disponibles a tiempo real. Asimismo, el reglamento compromete a la administración municipal a avisar con un periodo de dos meses de antelación de la instalación de nuevos radares y dispositivos foto-rojo. También para la mejora de la movilidad la ordenanza permitirá a la grúa municipal retirar los vehículos que obstruyan la circulación por avería o accidente antes incluso de que lleguen la grúa del seguro contratado por el conductor. Incluye, además, la posibilidad de sancionar a los establecimientos cuyos clientes hagan sistemáticamente uso de la doble fila.
En la elaboración de estas propuestas, diseñadas entre las áreas de Medio Ambiente y Movilidad, la de Desarrollo Urbano Sostenible y la de Seguridad, han participado también 1.636 personas en consulta pública y grupos de interés con los que, explicó el responsable de Gestión y Vigilancia de la Circulación en declaraciones recogidas por Servimedia, han mantenido 17 reuniones entre mayo y octubre. Ahora, la nueva legislación, que tendrá que ser aprobada por la Junta de Gobierno y posteriormente por la comisión del ramo y el Pleno del Ayuntamiento, se someterá a debate en ocho reuniones más en las que el Ejecutivo de Ahora Madrid prevé reunirse con asociaciones involucradas en la movilidad de la capital y que, para obtener audiencia, tendrán que inscribirse en el registro de lobbies del área de Participación Ciudadana y Transparencia. Mientras tanto, desde febrero del año pasado, la idoneidad o no de reforma de la ordenanza ya está siendo sometida al criterio de los ciudadanos en la web Decide Madrid.