Las armas y documentos de ETA entregados por Francia a España corresponde a operaciones policiales realizadas en territorio galo a partir de 1999. Las anteriores, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, han sido trituradas, en al caso de las armas; o quemados, en el de los documentos, por las autoridades galas probablemente por criterios de funcionamiento interno. En el caso de los GRAPO, la entrega de documentación y armas fue completa.
Lo que ocurre, es que la mayoría de los crímenes sin esclarecer de ETA se produjeron antes de 199. Aún así, se confía que en el material entregado la semana pasado se puedan encontrar evidencias para obtener pistas sobre dichos crímenes.
Según fuentes próximas a la operación de entrega, denominada «Memoria Viviente», la mayoría de las armas, (unas 80 de 308) son pistolas robadas en un almacén de Vauvert durante una tregua de ETA. Han sido utilizadas, entre otros, por los cabecillas Ibon Fernández, «Susper»;José Javier Arizcuren, «Kantauri»; Ignacio Gracia Arregui, «Iñaki de Rentería»; García Gaztelu, «Txapote»; Asier Oyarzábal, «Baltza; Ramón Carasatorre, «Zapata»; Olarra Guridi, «Jon»; Ahionoa Múgica, «Olga»; Peio Esquisábel, «Xerpa»; Igor Garro; y José Araníbar.
Entre el material que ha sido entregado ahora figuran 12 lanzagranadas; un CETME; subfusiles Stein y UCI; fusiles de asalto Kalashnikov; ametralladoras MAT; dispositivos inmovilizadores Taser; machetes; y escopetas de cañones recortados. Hay pistolas Star, Browning y Beretta; y revólveres Colt.
La comitiva de la Guardia Civil y de las Fuerzas de Seguridad francesas, que viajaba desde París a España, al pasar por las cercanías de Capbreton, donde fueron asesinados dos agentes de la Benemérita, accionaron las bocinas de los vehículos con los primeros acordes del himno nacional español.
Según confirmó una nota del Ministerio del Interior, las autoridades judiciales francesas, en colaboración con el Gobierno de Francia, han entregado a España los efectos y documentos incautados a ETA en los últimos 20 años y que se hallaban en los procedimientos judiciales franceses. En total son alrededor de una cincuentena de sumarios instruidos por la justicia francesa, que ya se encuentran concluidos definitivamente, y cuyos elementos de prueba han sido cedidos al Ministerio del Interior español. Se trata, precisamente, de los sumarios de mayor relevancia de los últimos años, que se corresponden con las operaciones antiterroristas más importantes llevadas a cabo por la policía francesa en colaboración con los servicios de información españoles. Una labor en la que ha destacado la ya ex juez Laurence Levert, uno de los mejores aliados que han tenido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas en su decidida lucha contra ETA. El volumen del material que constituye el «archivo de ETA» es muy valioso, toda vez que se compone de miles de documentos y efectos, así como dispositivos informáticos.