Aunque el pasado año Julia Casanueva, Presidenta de la Real Federación Española de Vela, desmintiera a través de una nota de prensa su intención de cerrar la sede de la Federación en Madrid, despedir a sus empleados y trasladarse a Santander, todo indica que su intención era y es esa.
Ya en la Asamblea General de la RFEV, celebrada en el mes de octubre pasado, anunció que con el fin de ahorrar gastos y dedicar esos recursos al Equipo Olímpico, pensaba en trasladar la actividad administrativa de Madrid a Santander, aduciendo que esto generaría un ahorro de más de 250.000 euros anuales.
Primero despidió o llegó a un acuerdo con Charo Alonso, continuó con el asesor jurídico Antonio Candela y la pasada semana hizo lo mismo con Natalia Pelayo y Silvia Baz. También, algún trabajador del CEAR de Santander se desplazó a Madrid con una furgoneta a retirar diverso material de oficina de Luis de Salazar, para su traslado a Santander.
Ahora solo le queda jubilar al “controller” Juan Antonio Gómez y enviar a las dos secretarias que quedan, Celia y Stela, a trabajar desde su propio domicilio y así podría dar carpetazo a la Sede de la RFEV en Madrid.
No se sabe si esta reestructuración de la RFEV se traducirá en un ahorro de 250.000 euros o no. Pero lo cierto es que el canon que se paga por la concesión para tener el CEAR en la zona portuaria de Santander ya llega a esa misma cantidad: 250.000 euros anuales.
Y aunque demos por bueno el traslado de la Sede Federativa en beneficio del resultado económico obtenido, habría que considerar que ese ahorro se vería comprometido por el incremento de los gastos que inevitablemente se producirán al tener que reunirse los miembros de la Junta Directiva y los diversos Comités de la Federación en Santander o, si lo hicieran en Madrid donde habría que alquilar alguna sala. Santander no tiene comunicación por AVE con ningún sitio y los vuelos a la capital cántabra son desde Madrid y solo uno diario. Eso implica que para trasladarse desde Palma de donde son sus dos principales Vicepresidentes a Santander, tendrían que tomar dos vuelos y pernoctar una noche. Y lo mismo ocurrirá con cualquier miembro de la Directiva o Comité que no sea de la misma ciudad de Santander y así, por encima, hay mas de 40 personas en esas mismas circunstancias.
No se sabe si Julia Casanueva convocará o no a los diversos Organos de Dirección y Control que configuran el organigrama de la RFEV, pero si lo hace el ahorro de 250.000 euros puede convertirse en una sangría económica que consumirá cualquier cantidad que pueda haberse ahorrado con este traslado.
