La caída del gigante de la construcción Carillion, que el pasado mes entró en liquidación forzosa al no poder refinanciar su deuda, conllevará la pérdida en Reino Unido de otros 452 puestos de trabajo, ha informado la Oficina de Insolvencia británica.
Carillion empleaba a 43.000 personas (20.000 en Reino Unido) y su quiebra el pasado mes esta teniendo un fuerte impacto para el Estado británico, pues tiene subcontratados con esta empresa servicios públicos, transporte, educación y sanidad.
Su quiebra ha puesto en peligro decenas de miles de empleos además de ocasionar una gran polémica y un debate sobre la participación privada en los servicios públicos en este país.
La Oficina de Insolvencia británica (The Official Receiver) informó mediante un comunicado de que los empleos que se perderán a consecuencia de esta crisis abarcan una variedad de roles vinculados a los contratos públicos y privados por todo Reino Unido, así como a otras funciones administrativas.
Esos 452 empleos que se perderán se suman a los 377 ya anunciados el pasado viernes. Otros cien puestos de trabajo relacionados con contrataciones del sector públicos han quedado salvaguardados, según el organismo.
