Según la RAE, «posverdad es toda información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos». O lo que es lo mismo, no es verdad, pero sientes que lo es. Este domingo, Risto Mejide resume el concepto de la posverdad con una popular canción infantil: «Vamos a contar mentiras. Tra-la-rá». Y es que sus dos invitados, Eduardo Inda y Mila Ximénez saben bastante del tema. De verdades y mentiras. De exclusivas y de noticias falsas.
Mediático como pocos, el periodista Eduardo Inda puede presumir (y lo hace) de ser responsable de destapar algunos de los casos de corrupción más relevantes de las últimas décadas en España. Los casos «Noos», «Bárcenas» o «Pujol» llevan su firma. Pero en su paso por «Chester», Inda se enfrenta a algunas controversias en las que, en calidad de periodista, se ha visto envuelto. La primera de ellas será cara a cara con la diputada de Podemos Tania Sánchez, con quien reabre un debate, cerrado judicialmente, sobre pagos públicos a familiares suyos. «La posteverdad es la mentira de toda la vida y yo he sido víctima de ella. Perjudica muchísimo», aseguraba Sánchez ante un anondado Inda. «Nadie sabía qué intereses había, pero lo que sí sabemos es que la gente no tiene herramientas para saber qué es mentira», añadía. Poco tardó Inda en increpar a Sánchez para que contestara si la información que había publicado ABC era real o no, mientras que ella evitaba responder. «No contestar también es posverdad», lanzaba Inda.
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También se enfrentó a polémicas como las surgidas con mandatarios del Real Madrid como Ramón Calderón que acusó a Inda de ser la marioneta de Florentino Pérez. O a la ya célebre imagen de una anciana llevada en volandas por los Cuerpos de Seguridad del Estado durante la jornada del 1 de octubre en Cataluña y que Inda vinculó erróneamente con Arnaldo Otegui; o a sus litigios y sentencias sobre Pablo Iglesias y Podemos. Inda en su defensa, argumenta: «Si tus noticias mienten, la gente no es gilipollas y termina por no creerte, lo acabas pagando. La posverdad no es otra cosa que la mentira de toda la vida. Es una patraña».
Eduardo Inda, en «Chester»
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CUATRO
Asegura que en su trabajo en televisión se enfrenta a menudo con la posverdad, aunque sostiene que «no hay que darle tanta importancia». Hay más mentira en política, y con más saña, que en un programa como «Sálvame». Mila Ximénez define la posverdad como «el análisis de una noticia donde no entra el análisis de la noticia, sino un tema emocional y de sentimiento. ¿Qué pasa, por ejemplo, con Pantoja? La gente no quiere conocer la auténtica vida de Isabel Pantoja porque se queda con la emoción de cuando entra en la cárcel por amor: es una tonadillera que nunca ha hecho nada, es una gran cantante… Pero los que sí conocemos la auténtica verdad, que ella luego ha convertido en una verdad en su beneficio, nos jodemos porque una verdad puede acabar incluso en una demanda». Mila Ximénez asegura tener miedo a la verdad cuando Risto Mejide le pregunta sí es verdad que María del Monte e Isabel Pantoja fueron pareja. El presentador consiguió sonsacarle a la periodista que ella sabe la verdad del asunto, pero que no quiere contarla: «Es cara la verdad».
«Cosas que se han hecho en el 'Tomate' serían imposible en 'Sálvame'», confesaba Ximénez. Sin embargo, Lydia Lozano sí que lo hizo. La colaboradora de «Sálvame» aseguró que Ylenia, la hija de Romina y Al Bano, estaba viva mientras que intuían que no era así. «Ni uno podían parar por la audiencia ni ella podía parar por el protagonismo. Pero eso fue un suicidio». ¿Quiénes ayudaron a Lydia Lozano a salir de ese jaleo? «Los mismos que la metieron en el pozo, la sacaron. Estábamos haciendo un 30, un 40% de share...», contaba.
Mila también reconoce haber mentido en una época de su vida a sabiendas de ello. «Cuando tenía que sobrevivir hice de todo. Tragaba. Mentí por seguir en ‘Crónicas marcianas’. La verdad tenía un precio para mí. Era mi única manera de salir del pozo donde estaba metida». Sin embargo, la mayor mentira que Mila Ximénez ha dicho en un programa de televisión fue durante la época de «Crónicas marcianas». «Nunca he sido su novia ni su amante, pero si me preguntáis si he tenido un encuentro sexual con Encarna Sánchez digo que sí». «Cuento este episodio y me dijeron '¿y por qué no dices que sí lo tuviste?' y dije que sí que había pasado», reconoce.
