La Contraloría General de Cuentas de Guatemala le ordenó este miércoles al jefe de seguridad del presidente Jimmy Morales reintegrar al menos 26,600 dólares en gastos de lujo del gobernante pagados por fondos públicos.
"Hemos llegado a la conclusión que vamos a requerir el reintegro de los recursos", dijo a periodistas César Elías, subcontralor de Calidad del Gasto.El funcionario aclaró que solicitará el reintegro de inicialmente 26,600 dólares, pero la cantidad puede aumentar debido a que los auditores continúan con la revisión de los gastos, entre los que se incluyen compras de lentes de marca, licores, masajes y flores.
El informe de la auditoría podría estar listo el próximo lunes, precisó Elías.
La semana pasada, el matutino Nuestro Diario publicó que la Secretaría de Asuntos Administrativos de la Presidencia (SAAS), ente encargado de la seguridad presidencial, adquirió más de 8,000 artículos personales para el gobernante durante 2017, por unos 42,000 dólares, en un país con 60% de pobreza.
Los gastos del presidente incluyen también entradas al cine, libros, artículos de jade, pantalones de mezclilla y pañuelos.
Elías señaló que la posibilidad de acciones penales por los gastos "dependerá de la argumentación que ellos (SAAS) presenten".El martes, Morales defendió que los lujosos gastos personales sean pagados con fondos del erario público y no de su bolsillo. "¿Por qué es que yo tengo que pagar (los artículos de lujo) de mi salario?", preguntó el lunes, ante cuestionamientos de periodistas.
El jefe de la SAAS, Orlando Ramírez, justificó los gastos al afirmar que el presidente necesita tener un "perfil alto".
Ramírez asumió la responsabilidad por las compras y señaló que Morales era "ajeno" a las actuaciones administrativas de la secretaría de seguridad presidencial.
En setiembre pasado, el presidente se vio obligado a reintegrar unos 60.000 dólares producto de un "bono extraordinario" otorgado por el ejército adicional a su salario.
La revelación de esa bonificación también generó una ola de críticas a Morales, uno de los presidentes mejor pagados en Latinoamérica, con 19.300 dólares al mes.