La ratificación de la condena contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva plantea más de un posible escenario electoral en el país. No solo para él, sino también para su partido político.
El Partido de los Trabajadores (PT) ratificó a Lula como candidato a la presidencia de Brasil, la otra opción menos probable era que evitara el desgaste político que traería el proceso judicial contra el exmandatario y escogiera a alguien más para representarlos.
Según la llamada ley de ‘ficha limpia’, aprobada en 2010 por el Congreso, una persona con una condena ratificada en segunda instancia no puede postularse a un cargo de elección popular, lo cual inhabilitaría a Lula por un periodo de ocho años.
El expresidente puede registrar su candidatura hasta el 15 de agosto y en caso de impugnar su condena, se abriría un juicio en el Tribunal Supremo Electoral. Mientras no haya una decisión final, Lula podría seguir haciendo proselitismo político.
En caso de una decisión judicial de última instancia contra Lula, el PT podría cambiar su candidato hasta 20 días antes de las elecciones.
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