Como hija de refugiados chinos, Margie Chan sintió una profunda empatía por los migrantes recién llegados a Chicago cuando los vio el año pasado con poco más que camisetas y sandalias a pesar del frío.
“Mis padres y hermanos llegaron a Chicago el día de Año Nuevo de 1956. Imagínense que hace 20 grados con unas 6 pulgadas de nieve en el suelo, y mis dos hermanos mayores miran a mis padres y dicen: ‘WTF. ¿Aquí es donde vivimos? ¿Están locos?’. Pero aquí estaban mis abuelos, esta gente normalmente no tiene a nadie. Por eso, si tengo la oportunidad de ayudar, lo hago”, dijo Chan.
Más de 51,000 solicitantes de asilo han llegado a Chicago desde que el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a transportar en autobús a los migrantes a las ciudades santuario en el verano de 2022. Para albergar a los recién llegados, la ex alcaldesa Lori Lightfoot instaló refugios temporales.
Se espera que para finales de este año, los siete refugios restantes administrados por la Municipalidad cierren sus puertas, ya que Chicago fusionará sus sistemas de refugios para solicitantes de asilo y personas sin hogar en una sola red.
Motivada por los migrantes y las experiencias de sus padres como refugiados de Taishan, Guangdong, que huyeron del control de Mao Tse-tung como líder político bajo la Ley de Ayuda a los Refugiados de 1953, Chan quería ayudar.
En septiembre de 2023, Chan, de 68 años de edad y residente de Rogers Park, lanzó “500 Hats for Refugees”con la esperanza de equipar a los solicitantes de asilo para el invierno del Medio Oeste.
Chan eligió el nombre de su iniciativa como un juego de palabras inspirado en el libro del Dr. Seuss, “Los 500 sombreros de Bartholomew Cubbins”, un guiño a sus días como bibliotecaria infantil. En el libro, el personaje Bartholomew Cubbins, como Chan, tiene una conexión con los gorros.
La iniciativa proporciona gorros tejidos a mano con hilo acrílico a refugiados, migrantes y personas necesitadas.
“Me sentí mal”, comentó Chan. “Estoy segura de que estas personas no tenían expectativas de venir a un lugar frío. Con frecuencia vi a muchos de ellos en camisetas y sandalias en mi vecindario. Pensé: ‘¿Por qué no hacerles algunos gorros?’”.
Al saber que no podía tejer miles de gorros sola, Chan se unió a grupos de manualidades en línea y reclutó a sus amigos. Una vez que reunió a tejedores y seguidores, su misión de mantener las cabezas cubiertas estaba lista para comenzar.
“Esto funciona únicamente con donaciones y les doy a todos la dirección para enviar los gorros. Recibo paquetes de todas partes: California, Texas, lo cual me pareció interesante; Florida; Dios mío, incluso paquetes de Canadá y Hawái”, destacó Chan.
Chan colabora con las Bibliotecas Públicas de Chicago (CPL, por sus siglas en inglés), las escuelas y las universidades para organizar eventos de “Gorros y chocolate caliente”, donde los migrantes pueden recibir los sombreros gratis.
El primer evento tuvo lugar el 7 de noviembre de 2023 en la sucursal de la biblioteca de Edgewater. Chan también colabora con otras organizaciones, como la organización sin fines de lucro, Operation Warm, en los eventos.
Operation Warm es una organización nacional dedicada a ayudar a los niños a través de programas y recursos comunitarios. Cuando se asocia con Chan, la organización sin fines de lucro con frecuencia dona abrigos y zapatos nuevos, lo que ayuda a garantizar que los niños reciban ropa de invierno que les quede bien.
“Mi idea era que, a medida que comenzaban a llegar los paquetes, el tamaño [de los gorros] se volvió menos importante porque siempre había alguien a quien le quedara”, dijo Chan.
Christine Yusa, de 78 años de edad, quien es colaboradora de la iniciativa de Chan, ha donado tres gorros desde que se enteró de su iniciativa.
Yusa se sintió impactada por los esfuerzos de Chan cuando emigró de Caracas, Venezuela, a Chicago a la edad de 12 años de edad.
“Estamos en este planeta por tan poco tiempo. No deberíamos hacer enemigos, deberíamos hacer amigos. Y si hace falta un gorro cálido para hacer un amigo, eso es lo que haré”, dijo Yusa.
La ex directora de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) Pamela Brandt, amiga de Chan, dijo que el proyecto de Chan le ha “dado una nueva oportunidad a su vida”.
“Todo esto realmente revitalizó a Margie. Ahora hay gorros por todas partes en su casa”, dijo Brandt.
Chan ha recolectado más de 3,000 gorros y continúa recibiendo más todos los días. Tiene dos eventos más programados en diciembre con Operation Warm en las sucursales de la biblioteca en La Villita y Humboldt Park.
Chan considera que su servicio es una forma de honrar a sus padres y las oportunidades que recibió en los EE.UU., incluida su educación en la Universidad Northwestern y la Universidad de Columbia, donde obtuvo una licenciatura en periodismo y una maestría en bibliotecología, respectivamente.
“Es mi manera de devolver el favor”, enfatizó. "Mis hermanos y yo tuvimos muchas oportunidades en este país y estos refugiados buscan oportunidades similares”.
“500 Hats for Refugees” sigue aceptando donaciones de gorros y suministros. Puedes contactarlos en 500hatsforrefugees@gmail.com.
“Mientras haya cabezas que necesitan cubrirse, supongo que seguiré haciéndolo hasta que no pueda más", dijo Chan.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago