El primer día de clase del año pasado, la presidenta del Sindicato de Maestros de Chicago, Stacy Davis Gates (desde la izquierda), el concejal Lamont Robinson (4º), el alcalde Brandon Johnson y el director ejecutivo de las Escuelas Públicas de Chicago, Pedro Martínez, charlaron con una clase de alumnos de segundo año de la escuela Kenwood Academy, en el lado sur .Ashlee Rezin/Sun-Times
La presidenta del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés), Stacy Davis Gates, dijo el jueves que no está trabajando entre bastidores para planear la destitución del director ejecutivo de Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés), Pedro Martínez. Ella simplemente quiere que “haga su trabajo” y ofrezca las escuelas que merecen los niños pobres.
“Les damos la oportunidad de remediarlo. Soy maestra de estudios sociales de secundaria. No doy primero una ‘F’ de calificación. Doy una advertencia. Doy una oportunidad. Doy apoyo. Llamo a casa. Me pongo [a disposición] durante el almuerzo y después de la escuela”, dijo Davis Gates al Sun-Times.
“Doy advertencia. No hay razón para que no tengamos ya un contrato. Pedro dice que quiere bibliotecas y bibliotecarios. Pedro dice que quiere escuelas con todo el personal. Pedro dice que quiere que los jóvenes tengan arte, música, educación física. Entonces, ¿por qué no tenemos un contrato? ... No es mi trabajo decir si se le contrata o se le despide. El trabajo que intento hacer es conseguir un contrato”.
A principios del mes, el Sun-Times y WBEZ informaron que Johnson estaba preparando el terreno para despedir a Martínez tras una reprimenda sin precedentes: Martínez y la Junta de Educación nombrada por Johnson rechazaron la petición del alcalde de que pidieran un préstamo a corto plazo y con altos intereses para cubrir el pago de $175 millones de las pensiones de los empleados escolares no docentes y el costo del nuevo contrato de CTU, aún por negociar y finalizar.
Eso avivó las especulaciones de que Davis Gates era el mago detrás de la cortina, presionando a Johnson —el alcalde que su sindicato ayudó a elegir— para que se deshiciera de Martínez. Ella echó leña a ese fuego acusando a Martínez de “insubordinación” y escribiendo una columna como invitada en el Chicago Tribune esta semana presentando el caso contra él.
Pero Davis Gates insistió el jueves en que lo único que realmente quiere es que Martínez aproveche la oportunidad creada por la elección de Johnson.
“Por primera vez, tenemos un alcalde negro con hijos negros que acuden a las escuelas públicas de Chicago que está ordenando al director ejecutivo del sistema escolar que de los recursos a las escuelas para asegurarse de que cuentan con todo el personal necesario. Para asegurarse de que tienen los cursos de arte y educación física, no uno o el otro. Decir ‘no’ a eso y no tener un plan a partir de entonces, eso es insubordinado. Lo que tienes es un superintendente status-quo que está perdiendo una oportunidad”, dijo.
Martínez no pudo ser localizado para hacer comentarios.
“Quiero proteger las inversiones que tenemos. Hoy tenemos 2,000 maestros más que antes de la pandemia. Lo estoy viendo en los salones. Clases más pequeñas. Más maestros de clases electivas que nunca. Ya no tendremos una escuela sin arte, sin música. Incluso tendrán una tercera opción si quieren clases de lengua o un programa STEM … El reto es que se nos empuja a añadir aún más inversiones. Los recursos no están ahí. Los dólares federales están caducando”.
La tensión entre CTU y CPS se debe en gran medida a las diferencias sobre cómo abordar un déficit presupuestario estructural y una multa histórica.
El sindicato ha abogado por un enfoque más agresivo: llegar a un acuerdo sobre el contrato y luego unirse a los funcionarios de CPS para tratar de obligar al gobernador JB Pritzker y a los legisladores estatales a proporcionar el dinero.
Además de aumentos anuales del 9% o de la tasa de inflación, la que sea mayor, el CTU quiere que todas las escuelas tengan maestros de arte y educación física, ayudantes de maestros y suficientes maestros para lo que considera un tamaño razonable de las clases. El CTU también quiere que los maestros de primaria dispongan de más tiempo de planificación y que los maestros puedan elegir su plan de estudios.
Davis Gates dijo que no es su trabajo averiguar cómo pagar un nuevo contrato de maestros o de dónde sale el dinero.
“Pueden hablar con Jamie Dimon en Morgan Chase y decirle que renegocie esos préstamos tóxicos de día de pago de la era de Rahm Emanuel y Bruce Rauner (...) Pueden averiguar cómo dar impuestos a los ricos y hacer que esos ingresos se destinen a las escuelas”, detalló.
“Esto es una emergencia para todo el estado de Illinois. Lo que consideran adecuado es inadecuado. Necesitamos una financiación completa … Atendemos al mayor número de niños de color de este estado. El mayor número de… niños que viven en entornos de bajos ingresos en este estado. Al mismo tiempo, esta ciudad contribuye mucho a Illinois. ¿Cómo rechazar a los niños de Chicago?”.
Al principio, Martínez y Davis Gates parecían estar en sintonía, incluso unieron sus fuerzas en un viaje de cabildeo a Springfield.
“Es difícil para el liderazgo femenino”, aseguró Davis Gates. “A veces los hombres te hablan de los dientes para afuera. Se llevan impresiones equivocadas de las relaciones que creen que están construyendo. Y no les gustan necesariamente las mujeres fuertes que son muy claras y directas. Quizá fue eso”.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago