Mientras las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) se enfrentan a una continua escasez de conductores de autobús y a un aumento vertiginoso de solicitudes, más de 1,900 estudiantes discapacitados de CPS —aproximadamente el 18% de los necesitados— aún no tenían servicio de autobús al comenzar las clases el lunes.
Eso es según las cifras que CPS publicó el viernes.
El director ejecutivo de CPS, Pedro Martínez, se comprometió a tener a todos los estudiantes en ruta durante las dos primeras semanas de clase.
“Así que les diría a los padres, ténganos paciencia, vamos a enviarlos tan pronto como sea posible”, dijo durante una visita a la Escuela Primaria McAuliffe el lunes. Hasta entonces, dijo que se ofrecerá a las familias un incentivo financiero para compensar el costo de llevar a sus hijos a la escuela.
Los funcionarios del distrito dicen que han enviado a más estudiantes ahora que al comienzo de las clases el año pasado, pero que las solicitudes de transporte también han aumentado enormemente. CPS dijo el viernes que hasta el 21 de agosto se había enviado a casi 8,800 estudiantes con discapacidades, en comparación con los 6,800 del mismo periodo del año pasado.
El distrito da prioridad en el transporte en autobús a los alumnos con discapacidades, así como a los que no tienen hogar, como exige la ley. Casi 10,695 alumnos discapacitados han solicitado transporte, lo que supone un aumento del 50% comparado al año pasado, según el distrito. El porcentaje de alumnos discapacitados y sin hogar inscritos en CPS también ha aumentado.
“El distrito está dedicado a proporcionar un transporte confiable a todos los estudiantes que son elegibles”, dijo el distrito en un comunicado. “A pesar de retos como la escasez nacional de conductores y los horarios tan variados, seguimos centrados en llevar y traer a los estudiantes a la escuela de forma segura y puntual”.
Eso es un pequeño consuelo para los niños y las familias sin transporte.
“Es un desastre total”, dijo Terri Roback, defensora de la educación especial. Agregó que ha tenido noticias de muchos padres que se enfrentan a problemas de transporte en autobús, y las páginas de Facebook están llenas de quejas.
“Hay gente que dice que está llorando, que llora porque no sabe cómo va a llevar a sus hijos a la escuela. Es una verdadera dificultad”, dijo.
Roback dijo que parte de lo que los trabajadores sociales les dicen a los padres es ilegal.
Margaret Joseph tiene una hija con discapacidad severa; es ciega y está en silla de ruedas. Durante años, la joven de 17 años ha ido a la escuela en autobús con un ayudante. Pero la semana pasada Joseph recibió un correo electrónico de CPS diciendo que este año no podía proporcionarle transporte.
“Si no ayudan a niños como mi hija, que es discapacitada, ¿a quién van a ayudar?” preguntó Joseph. “¿Cuánto más puede aguantar una persona?”.
Tanto ella como su marido trabajan —ella es maestra de CPS— y no pueden llevar a su hija a la escuela. El lunes, corrieron a casa durante la jornada laboral varias veces entre los dos para alimentar y cambiar a su hija, que estaba supervisada por un hermano mayor.
El lunes, CPS llamó a Joseph para decirle que vendría un transporte para su hija a partir del martes por la mañana, a través de SCR Medical Transportation. Pero no hay garantía de un asistente. Joseph dijo que ella no puede ir sin un ayudante.
“Ella es ciega”, señaló Joseph. “Si no veo un ayudante [cuando llegue la camioneta] no la voy a enviar”.
Como ya ocurrió el año pasado, a algunas familias se les ofrecen $500 al mes para transportar a sus hijos a las escuelas. Pero este año, el distrito está limitando este incentivo a los que no pueden encaminar de otro modo y que viven a más de 5 millas de su ubicación.
Se espera que 1,200 alumnos menos cumplan los requisitos.
Otros padres dijeron que a sus hijos se les dieron rutas, dijo Roback, pero no horas de viaje, mientras que a algunos se les dieron horas de viaje después del comienzo del horario escolar.
Hasta abril, CPS estaba bajo acción correctiva estatal, que requería que el distrito “hiciera todo lo posible” para mantener los tiempos de viaje para los estudiantes con discapacidades a menos de una hora. El estado impuso la supervisión en otoño de 2022, cuando el distrito dijo que unos 3,000 estudiantes tenían tiempos de desplazamiento de más de una hora.
Desde la pandemia, los proveedores de transporte del distrito escolar han tenido dificultades para atraer a los conductores de autobús, incluso cuando el distrito les dio dinero para pagar bonos y aumentar los sueldos.
Este mes, el distrito también está lidiando con un paro laboral de su mayor proveedor de paratránsito. Aunque sigue siendo corto, CPS dijo que hay cerca de 850 conductores de autobús a través de sus socios proveedores, un aumento de 621 conductores de autobús que había el año pasado.
El distrito también ha estado abogando por cambiar las pruebas estatales y los requisitos de certificación para facilitar a los conductores de autobús obtener sus credenciales.
Esta noticia se ha actualizado para reflejar los nuevos datos de CPS sobre el aumento porcentual de solicitudes de transporte para alumnos con discapacidades para este curso escolar.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago