El gobernador de Minnesota, Tim Walz, planteó sus raíces del Medio Oeste en un escenario de Chicago el miércoles en la tercera noche de la Convención Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) —prometiendo una administración comprometida con “la responsabilidad que tenemos con nuestros hijos y los unos con los otros”— y advirtiendo de las “peligrosas” consecuencias de un segundo mandato del ex presidente Donald Trump.
Durante un programa repleto de estrellas en el que el ex presidente Bill Clinton regresó a la ciudad en la que fue nominado de nuevo en 1996 y Oprah Winfrey aclamó a Kamala Harris como “lo mejor de Estados Unidos”, Walz se presentó a los votantes como un ex maestro, entrenador de fútbol y miembro de la Guardia Nacional del Ejército que tropezó con el estrellato político.
“Nunca subestimes a un maestro de escuela pública”, dijo Walz entre ovaciones.
En un breve discurso, destacó los motivos por los que fue elegido compañero de fórmula de Harris: su educación en una pequeña ciudad, su dedicación al entrenamiento y a la enseñanza y su genuina comprensión de la clase media. El público agitó letreros con el lema “Coach Walz” (entrenador Walz) y coreó “coach” durante su discurso.
Al subir al escenario con la canción “Small Town” de John Mellencamp, Walz habló de la legislación que defendió como gobernador de Minnesota para hacer frente a la deuda médica que, según dijo, puso a prueba a su familia mientras crecía en Butte, Nebraska, “un pueblo de 400 habitantes”.
“Tenía 24 muchachos en mi clase de secundaria. Y ninguno de ellos fue a Yale”, dijo, lanzando indirectas a su homólogo educado en la Ivy League, el candidato republicano a la vicepresidencia, JD Vance.
“De eso se trata: de la responsabilidad que tenemos con nuestros hijos, los unos con los otros y con el futuro que estamos construyendo juntos, en el que cada uno es libre de construir el tipo de vida que quiera”, dijo Walz. “Pero hay gente que no entiende lo que significa ser un buen vecino”.
Walz dijo que en Minnesota tienen una "regla de oro” en cuanto a los derechos reproductivos: “No te metas en lo que no te importa”.
Walz señaló su experiencia como entrenador para advertir a los votantes sobre el ultraconservador Proyecto 2025, un anteproyecto de los republicanos para una segunda administración de Trump del que el candidato republicano ha trabajado para desvincularse.
“Cuando alguien se toma el tiempo de elaborar un libro de jugadas, lo va a usar”, señaló Walz. “Es una agenda que no hace nada por nuestros vecinos necesitados. ¿Es raro? Por supuesto. Pero también está mal. Es peligroso”.
Walz también alentó a su compañera de fórmula en un discurso muy futbolístico que fue precedido por la aparición de algunos de sus ex jugadores con sus camisetas.
“Equipo, estamos en el último cuarto del partido, perdemos por un gol de campo, pero estamos en ataque y tenemos el balón”, dijo Walz. “Estamos recorriendo el campo. Y, muchacho, tenemos el equipo adecuado, Kamala Harris es dura, Kamala Harris tiene experiencia y Kamala Harris está preparada”.
Antes, Clinton pareció disfrutar de su regreso a los reflectores mientras elogiaba a Kamala Harris como la opción con la visión, la experiencia, el temperamento, la voluntad y, sí, “la pura dicha” para liderar el país.
Clinton, el “explicador en jefe”, como le ha llamado el ex presidente Barack Obama, se salió del guión durante gran parte de su discurso de 28 minutos, ofreciendo anécdotas y bromas sobre la edad del ex Trump, su ego y su obsesión por el tamaño de las multitudes.
“La única vanidad personal que quiero afirmar es que sigo siendo más joven que Donald Trump”, dijo Clinton, de 78 años, sólo dos meses menor que él.
Ofreció detalles de los antecedentes de Harris como ex fiscal, fiscal general y senadora como prueba de que ella crearía un país “más inclusivo, más centrado en el futuro” y llamó a Harris la candidata con “la dicha pura para lograr algo”.
“Observen. ¿Qué hace su oponente con su voz? Habla sobre todo de sí mismo. Así que, la próxima vez que lo oigan hablar, no cuenten las mentiras, cuenten los ‘yo’”, destacó Clinton.
“Es como los tenores que entrenan antes de salir al escenario cantando ‘mi, mi, mi’. Cuando Kamala Harris sea presidenta, cada día empezará con tú, tú, tú, tú”, dijo Clinton.
La larga lista de oradores del miércoles incluyó a varias celebridades en la tercera jornada, centrada en la protección de las libertades, incluido el derecho al aborto.
Winfrey, invitada sorpresa, habló de la necesidad de proteger las libertades en Estados Unidos. También se dirigió directamente a los votantes independientes e indecisos y les instó a “elegir la lealtad a la Constitución por encima de la lealtad a un individuo”.
“Los valores y el carácter son lo más importante en el liderazgo y en la vida”, dijo Winfrey.
“La decencia y el respeto están en la boleta electoral en 2024. Y simplemente el sentido común, el sentido común te dice que Kamala Harris y Tim Walz pueden darnos decencia y respeto”.
El líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, calificó a Harris como “una líder valiente, una líder compasiva y una líder con sentido común que ofrecerá resultados reales para todos los estadounidenses”.
Luego comparó a Trump con “un ex novio con el que has roto, pero no se va”.
“Hermano, rompimos contigo por una razón”, dijo entre ovaciones. “Donald Trump puede dar vueltas a la cuadra todo lo que quiera, pero no hay razón para que volvamos a estar juntos. Ya lo hicimos”.
Y citando a la superestrella del pop Taylor Swift, Jeffries declaró: “Nunca, nunca, nunca vamos a volver”.
La expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, considerada por muchos como la pieza clave para convencer a Biden de que abandonara la carrera, empezó dándole las gracias y afirmando que Harris “está preparada para llevarnos a nuevas alturas”. A continuación, fijó sus objetivos en Trump.
“No olvidemos quién agredió a la democracia el 6 de enero. Él lo hizo. Pero no olvidemos quién salvó la democracia ese día. Nosotros lo hicimos. Gracias a Dios que ese día teníamos una Cámara de Representantes demócrata”, señaló Pelosi.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago