El hijo de Ofelia García luchaba por su vida después de haber sido gravemente herido en un tiroteo el sábado en el lado sur. El joven de 15 años solo pudo reunir fuerzas para despedirse de su madre.
Miguel Meza no pudo hablar a través del equipo de soporte vital conectado a su cuerpo, pero según García, su hijo encontró otra forma de comunicarse con ella.
“Mi hijo me miró y parpadeó, y decaí”, dijo García. “Y me dijeron te está dando su último adiós”.
Miguel y su amigo Carlos Galindo, de 17 años, quien también resultó gravemente herido en el mismo tiroteo, fueron declarados muertos en el Comer Children's Hospital el sábado por la noche, dijo la Oficina del Médico Forense del Condado de Cook.
“Mi hijo se ha ido”, dijo García. “Era mi bebé, ojalá me hubieran llevado a mí en lugar de a él”.
Los dos adolescentes estaban frente a una casa alrededor de las 6 p.m. en la cuadra 4800 al sur de Winchester Avenue cuando un automóvil se detuvo y alguien que estaba adentro abrió fuego, dijo la Policía de Chicago.
Las autoridades dijeron que Miguel recibió una herida de bala en el abdomen y Carlos recibió disparos en el brazo y la axila. No se han reportado arrestos.
García dijo que la pérdida de su hijo, que era el menor de ocho hermanos, la ha dejado conmocionada.
“No he dormido desde que me dijeron que había fallecido”, dijo.
García dijo que su hijo era una persona respetuosa que aprovechaba la oportunidad de ayudar a los demás. Uno de sus objetivos era encontrar una manera de ayudar a las personas sin hogar de la ciudad, dijo.
“Si tenías hambre, te daba de comer”, dijo García. Si “necesitabas ayuda, se quitaba la camisa para dártela. Era una buena persona”.
