El absurdo asesinato de una repartidora de correo en Chicago la semana pasada ha hecho que sus compañeros de trabajo estén indignados.
Muchos se reunieron el lunes para exigir a la policía que encuentre al asesino de Octavia Redmond, una abuela de 48 años y esposa de un cartero.
Los carteros también criticaron al Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS, por sus siglas en inglés) por no protegerlos.
“Queremos regresar a casa con nuestras familias. Por desgracia, una de las nuestras no volverá a casa. Tenemos un problema”, dijo Elise Foster, presidenta de la Asociación Nacional de Carteros Sucursal 11, que representaba a Redmond.
Redmond fue asesinada a tiros el viernes mientras repartía el correo en la cuadra 12100 al sur de Harvard, en el vecindario de West Pullman.
La policía no ha revelado el motivo.Un reporte de la Policía de Chicago (CPD, por sus siglas en inglés) dice que la videovigilancia mostró a un hombre armado vestido todo de negro salir de un coche y disparar a Redmond varias veces a quemarropa antes de huir en el vehículo.
Oficiales de policía de la Inspección Postal de EE.UU. vigilan la escena en West Pullman, donde la cartera Octavia Redmond fue asesinada el viernes.Pat Nabong/Sun-Times
Redmond tenía 26 heridas de bala en el cuerpo, según el reporte policial. Los agentes encontraron siete casquillos cerca de su cuerpo.
La policía de Chicago y el Servicio de Inspección Postal de EE.UU. no tenían una actualización sobre el caso el lunes por la tarde.
El Servicio de Inspección Postal de EE.UU. ofrece una recompensa de $250,000 por información sobre el caso.
Redmond fue recordada el lunes como una “madre y abuela cariñosa” y esposa de otro cartero que “ha perdido al amor de su vida”, dijo la repartidora de correo y delegada sindical Adriane Frazier.
“Conocerla era quererla”, agregó Frazier. “Ahora nuestras cabezas están agobiadas y nuestros corazones cansados pensando en quién será el siguiente”.
El marido de Redmond, contactado por teléfono, se negó a hablar con el Sun-Times.
Frazier pidió la ayuda del público para encontrar al asesino de Redmond.
“Vivimos con miedo y necesitamos respuestas”, sentenció.
Redmond se desplazaba desde un rascacielos del South Loop a una oficina de correos del extremo sur de la ciudad.
Redmond era el cuarto transportista regular de su ruta en cuatro años, según Frazier. Otros carteros de la misma ruta habían presentado denuncias por agresiones en el pasado, según Frazier.
Más de 140 carteros han sido atacados en el trabajo en Chicago desde agosto de 2022, señaló Foster.
Los carteros han sido objeto de robos y violencia durante años, más recientemente por sus llaves maestras que abren todos los buzones de recolección. Los delincuentes han estado utilizando esas llaves para robar correo y volver a girar cheques a su nombre.
El Sun-Times informó hace dos años sobre este patrón y sobre los intentos del USPS de atajar el problema.
“El Servicio Postal habla mucho de dientes para afuera sobre la seguridad de los carteros”, afirma Luis Rivas Jr, presidente de la Asociación de Carteros del Estado de Illinois.
Los delincuentes saben que pueden salirse con la suya en sus ataques, afirma Rivas. Según Rivas, sólo el 14% de las personas sorprendidas atacando a carteros son enjuiciadas.
En un comunicado, el USPS afirma que “la seguridad de nuestros empleados de correos es de la máxima importancia”. El comunicado hacía referencia al Proyecto Entrega Segura de USPS, que incluía “refuerzos policiales” en Chicago y otras ciudades, la instalación de buzones azules de mayor seguridad y la sustitución de 49,000 candados por cerraduras electrónicas para disuadir de los robos de llaves a los carteros.
Foster y otros representantes sindicales exigieron en el Congreso una legislación que aumente la protección de los empleados postales.
Una de esas medidas es la Ley de Protección de Nuestros Carteros, que Brian L. Renfroe, presidente de la asociación nacional, escribió que sería una “solución integral [para] impedir que ocurran estos crímenes”.
El presidente del sindicato American Postal Workers Union Local 1, Keith Richardson, pidió el lunes un posible boicot al Servicio Postal hasta que aumenten las medidas de seguridad.
“¿Cuántas veces vamos a pedir al Servicio Postal que refuerce sus patrullas de policías postales para proteger a nuestros trabajadores? preguntó Richardson.
Los críticos dicen que parte del problema es que a los oficiales de inspección postal no se les ha permitido salir de la propiedad de la estación desde 2020, cuando el Director de Correos Louis DeJoy prohibió a los oficiales postales las patrullas de protección de transportistas.
El senador estadounidense Dick Durbin presentó un proyecto de ley el año pasado, la Ley de Reforma de la Policía Postal, para devolver a la policía postal a las calles.
Muchos funcionarios de correos quieren volver a proteger a los carteros, dijo Marlon Barber, funcionario de correos y representante sindical de la Asociación de Funcionarios de la Policía Postal.
“En 2020, algún genio del Servicio de Inspección decidió que era mejor utilizarnos para proteger edificios, ladrillos y mortero, en lugar de sangre y lágrimas. Y nos parece ridículo”, dijo Barber.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago
