Los tribunales y las oficinas del secretario en Maryland cerraron el viernes debido al apagón global, pero dos parejas lograron casarse afuera de un tribunal cerrado.
Durante toda la tarde, la gente llegó a las puertas del Tribunal de Distrito Montgomery en Rockville sólo para darse cuenta que el lugar estaba cerrado. Algunos dijeron que se perdieron audiencias importantes y otros la oportunidad de casarse. Es una vista desagradable para el día de tu boda: un cartel que anuncia el cierre del lugar donde se suponía que debías decir “Sí, acepto”.
El pánico se apoderó de Devon y Jerico Pritchett. Se supone que se debían ir de luna de miel el sábado, y el apagón los dejó perplejos.
“Ya derramé una lágrima”, exclamó Devon, la novia.
“Sí, estaba devastada”, intervino Jerico. “Estábamos todos tristes”.
“No pensábamos que esto iba a suceder hoy”, reconoció.
Los enamorados tuvieron la suerte de que el reverendo Daniel Kane fue llamado al tribunal por otra pareja que se encontró con el mismo problema. Kane salvó el día para las dos parejas al oficializar sus bodas fuera de la corte, con poca planificación previa.
“La necesidad es la madre de la invención”, afirmó.
“Es el día más feliz de sus vidas y así es como quieren celebrar su vida”, comentó. “Vinieron aquí con la intención de casarse”.
Y aunque los recién casados tuvieron suerte de tener a alguien que los ayudara, otros tendrán que esperar hasta la próxima semana para resolver sus problemas de corte.
Sin embargo, vale la pena señalar que algunos servicios de emergencia relacionados con la seguridad pública no se vieron afectados por el apagón global.
“Diré que si hay algún problema de tipo emergencia, mi oficina se ocupa de las órdenes de paz y de protección”, destacó el alguacil del condado Montgomery, Maxwell Uy. “Ciertamente, todavía los animo a que respondan a la oficina de los comisionados si el tribunal está cerrado, porque queremos asegurarnos de que ese tipo de órdenes exigentes de violencia doméstica todavía se emitan”.
En cuanto a los Pritchett, están agradecidos por su inolvidable experiencia de boda, incluso si no fue exactamente como la planearon.
“¡Increíble!”, destacó la novia, riendo. “¡Soy la señora Pritchett! ¡Soy asombrosa! ¡Él es asombroso!”.
