Cuando Paul Fehribach se enteró de que habían robado en su restaurante de Andersonville a finales de enero, el aclamado chef se sintió enojado, pero no sorprendido.
“Sólo en la semana pasada, habían entrado a robar en otros dos o tres locales de la cuadra”, dijo Frehribach, cuyo restaurante Big Jones se especializa en cocina sureña y está ubicado en un tramo muy concurrido del norte de la calle Clark.
La alarmante tendencia se extiende mucho más allá de esa franja. En toda la ciudad se están registrando robos en restaurantes a un ritmo sin precedentes, después de que los asaltos alcanzaran un nivel histórico el año pasado.
Como ocurre con la mayoría de los robos, rara vez se ha capturado a los sospechosos. Fehribach dijo que los oficiales de policía tardaron días en responder a Big Jones, y los registros de la corte muestran que nadie ha sido acusado.
“Estoy más que indignado con los concejales y el gobierno de la ciudad, que no hace más que dificultar la operación de mi negocio”, dijo Fehribach.
El concejal Brian Hopkins (2º), presidente del Comité de Seguridad Pública del Concejo Municipal, dijo que se solidariza con los propietarios de negocios y que quiere dar al Departamento de Policía de Chicago (CPD, por sus siglas en inglés) más herramientas para luchar contra la oleada de robos.
Hopkins señaló que en su distrito —que abarca partes de Lincoln Park, Streeterville, Gold Coast, Old Town y Near North Side—- se han producido dos tipos de robos: los cometidos contra cafeterías y restaurantes en busca de dinero en efectivo y otros que asaltan las licorerías de los restaurantes para alimentar “un mercado negro naciente” de bebidas alcohólicas.
El distrito policial Near North tiene ahora un destacamento específico centrado en la protección de los negocios contra los robos, pero Hopkins dijo que el problema en su distrito sigue siendo “desenfrenado y en aumento”.
Ahora está presionando para que se revise la controvertida política de persecución de vehículos del departamento de policía y para asegurarse que los policías están aprovechando tecnologías como el reconocimiento facial y los lectores de placas.
“Vamos a buscar formas de interceptar a estas bandas de asaltantes a mano armada y ladrones mientras aún se están desarrollando porque hemos visto el patrón”, dijo. “Si hacen uno, hacen otro y otro y otro”.
El número de robos denunciados en restaurantes de Chicago aumentó a 635 el año pasado, el total más alto registrado desde por lo menos 2001, el primer año del que se dispone de datos de la Municipalidad. Desde entonces, la Municipalidad ha contabilizado 315 robos en restaurantes hasta el 16 de junio, más de los que se denunciaron al mismo tiempo el año pasado.
En general, los robos han descendido significativamente desde los niveles registrados en la década de los ochenta y principios de 2010, según muestran los datos. Desde principios de 2023, el número de robos en toda la ciudad ha fluctuado ligeramente.
Pero durante el mismo periodo, los robos en restaurantes han representado una parte mucho mayor de los robos totales de la ciudad. Casi el 10% de los robos de este año han afectado a restaurantes, una cifra muy superior al promedio del 2.3% que se remonta a 2001.
Sam Toia, presidente y director general de la Asociación de Restaurantes de Illinois, declaró que al grupo comercial “le encantaría ver una mayor presencia de oficiales y guardias de seguridad en nuestras 77 comunidades, ya que sirve de fuerte elemento preventivo”.
El Red June Cafe de Bucktown fue asaltado dos veces en menos de dos meses, la última el 9 de febrero. La propietaria, Kim Blackburn, dijo que se había estado preparando para un asalto dado “todos los robos que han estado ocurriendo”.
Blackburn comentó que ha sido “agravante” lidiar con las secuelas, pero también se preguntó qué se puede hacer para abordar lo que podría ser un delito de desesperación. “¿Empezamos por ofrecer más ayuda a estas personas que no tienen nada o que se ven empujadas a robar?”, se preguntó.
La policía, sin embargo, ha tenido dificultades para resolver los robos. Es difícil saber quién está detrás de ellos.
En 2023 sólo se realizó una detención en 34 de los robos dirigidos a restaurantes, es decir, en el 5.3% de los casos, según muestran los datos. Esa cifra ha descendido al 3.5% este año, con detenciones en sólo 11 casos.
Un portavoz de la policía dijo que los oficiales de enlace con los negocios en cada uno de los 22 distritos del departamento “son una línea directa de comunicación para que los propietarios y empleados de los negocios expresen sus preocupaciones en materia de seguridad pública para que podamos abordarlas”.
“El departamento también proporciona revisiones de seguridad a los negocios, que incluyen consejos sobre prevención del delito y seguridad”, dijo el portavoz en un comunicado. “Además, CPD trabaja para investigar los robos e identificar patrones de robo para responsabilizar a los delincuentes.
“Durante las investigaciones de estos patrones, los detectives recopilan y difunden alertas comunitarias con información sobre prevención y concientización”.
Los oficiales lograron impedir un robo con fuerza el mes pasado en Infuzed Cafe, una cafetería de Logan Square que vende golosinas y bebidas mezcladas con sustancias populares derivadas del cáñamo como CBD y Delta-8 THC.
Un conductor de un vehículo compartido avisó a la policía tras ver cómo alguien reventaba el cristal del café y entraba, según un reporte de arresto. Los agentes dieron la vuelta y encontraron a Raúl Guerra portando 100 gramos de presunto cannabis cerca del café, ubicado en 1953 N. Milwaukee Ave.
Guerra, de 51 años, fue acusado de delitos graves de robo, daños criminales a la propiedad y posesión de cannabis, según consta en los registros judiciales. En ese momento estaba bajo vigilancia electrónica.
Nashwa Rahim, copropietaria del café, trató de mantenerse positiva tras el atraco, describiéndolo como “el mejor de los casos en una situación horrible”.
“Nadie resultó herido, no había nadie aquí”, dijo Rahim. “Hubo daños mínimos al café. Me alegro de que todo el mundo esté a salvo”.
El video de vigilancia muestra a un hombre entrando en la cafetería en la oscuridad y esculcando una vitrina. Aunque se llevaron mercancía valorada en miles de dólares, Rahim dijo sentirse aliviada de que detuvieran a alguien.
“Sería una pena que intentara volver otra vez”, señaló. “Nos hace sentir bien que se haya hecho algo”.
De cara al futuro, ve el robo como una experiencia de aprendizaje. “Vamos a ocultar mejor nuestro producto o a asegurarnos de que nuestros sistemas de seguridad sean mejores”, afirmó.
Al igual que Blackburn, el Restaurante 2d de Lake View ha sufrido dos robos en apenas unos meses.
El propietario Kevin Yu dijo que su equipo ha estado luchando mental y financieramente desde el primer robo en noviembre. Pero después de que el restaurante de temática francesa fue asaltado de nuevo en marzo, Yu se quedó “incrédulo”, dijo.
“En ambos casos, perdimos más de mil dólares”, comentó. “Darnos cuenta de que nuestra segunda casa había sido asaltada dos veces por ladrones fue realmente un impacto para todos nosotros”.
Aunque los robos supusieron un revés para su negocio, Yu y sus socios han intentado mirar el lado positivo. En lugar de sustituir los cristales y las puertas que se rompieron, planean utilizar el espacio para un nuevo mural.
“No nos limitamos a borrar lo ocurrido, sino que realmente lo asumimos como parte de nuestro viaje con el Restaurante 2d”, dijo Yu. “Y compartiendo que cualquier dificultad puede superarse”.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago
