Viví la despedida entre la tristeza y la alegría de verlo una vez más. Los finales felices solo existen en Hollywood. A nivel deportivo no pudo ser pero no empaña que fue una despedida más que merecida. Era importante el resultado, pero lo era más el adiós al ídolo , a la leyenda. La gente quería verlo una vez más, y preferían verlo aunque perdiera, que no volver a verlo. Porque es un icono del deporte. Un atleta a la altura de los grandes, que traspasan barreras, son globales, y llegan a nivel social. Con un impacto total. Esa es parte de su grandeza. Se ha metido dentro de la gente por esos valores que son para todos: la humildad,...
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