Había ganas de volver a ver a Rafael Nadal en pista, tan desatado el día de su estreno en el Masters 1.000 de Roma. Y cumplió en su papel de ciclón, aunque esta vez por rachas. Ya está en cuartos, tras anular a Dusan Lajovic en una hora y treinta minutos y con una pieza más en su rompecabezas para construir el ser competitivo que exigirán las rondas finales y, sobre todo, Roland Garros, el objetivo de la temporada. El sábado, (Movistar Deportes, no antes de las 20.30 horas), otro gran examen: un Diego Schwartzman que ya le ha puesto en aprietos en sus choques sobre tierra batida.
No fue el Nadal avasallador que se mostró contra Pablo Carreño, tras 200 días sin pisar una pista en competición. Comenzó encendido, 2-0, pero se atascó en el tercer juego, con problemas con su servicio, que acabó entregando en blanco, y con un Lajovic envalentonado. Pero apagó enseguida el fuego. Con mucho mono de trabajo porque el serbio aguantó hasta 12 minutos de juego y cinco bolas de break antes de claudicar. Ycasi fue del todo.
A partir de esa segunda rotura, el mejor Nadal, con siete juegos consecutivos de auténtica exhibición. Cerró el primer set con un saque a la línea, después de que el anterior se lo marcaran fuera por apenas unos milímetros. Ni se inmutó. Otro saque perfecto y un 6-1 que hacía presagiar otro torrente de tenis en el segundo set.
La nota del momento la puso Lajovic, que se equivocó y cogió las toallas del balear para secarse mientras se encaminaba al banco. «¿No estarás contagiado, no?», pregunto el serbio. «No», sonrió Nadal.
Sí se mostró contagiado de ganas por seguir sumando enteros en este camino hacia su décimo título en Roma. En apenas unos instantes llegó el 4-0. Nada que objetar y nada que hacer por parte de Lajovic, que miraba y miraba a su entrenador, José Perlas, buscando alivio. Pero ya en el primer capítulo el marcador quizá fue demasiado abultado porque sí se le vieron al serbio detalles de calidad y aplomo para aguantar el chaparrón.
Sacó todos esos recursos ya cuando se atisbaba su sentencia. Rompió el saque de Nadal, que esta vez no fue tan efectivo (65 %) y firmó un parcial de 3-0 gracias también a cierta relajación del 2 del mundo, empapado en sudor en la asfixiante y a la vez fría pista central del Foro Itálico.
Pero pronto recuperó la compostura el balear. Que ya no dejó ni las migajas para alcanzar los cuartos de final, donde se enfrentará al argentino Schwartzman. Un poco más Nadal después de saber que también puede bajar el ritmo y recuperarlo después con garantías de éxito.
También en cuartos está Garbiñe Muguruza, que firmó ayer una tercera victoria de categoría contra Johanna Konta (6-4 y 6-1) con un gran servicio como arma principal. Hoy, no antes de las 14.00 horas, mide crecimiento con Victoria Azarenka. También en la jornada del sábado: Novak Djokovic-Dominik Koepfer, Shapovalov-Dimitrov y Simona Halep-Yulia Putintseva.
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