La pandemia del coronavirus trastocó los planes de la canasta mundial y, también, los de la NBA en particular. De hecho, en la burbuja ideada en Orlando solo están 22 de los 30 equipos de la liga, pues los ocho que se quedaron en casa estaban ya eliminados cuando se paró la temporada.
Para igualar las opciones de todos los presentes en Orlando, la NBA diseñó un calendario y un formato que pudiera acercar a todos a los playoffs, pero respetando el balance de victorias y derrotas cosechado durante el primer tramo de campaña.
Por eso, determinó que si la diferencia entre el octavo y el noveno clasificado de cada conferencia al final de la fase regular era de cuatro victorias o menos se disputaría un play-in. Una especie de eliminatoria entre esos dos equipos que determinaría el último clasificado para los playoffs.
En la conferencia Este no será necesario que se celebre el play-in, pues ya están determinados los ocho clasificados para la lucha por el anillo. No así en el Oeste, donde hasta cuatro equipos llegarán con opciones a la última jornada y donde sí o sí habrá de celebrarse un play-in.
El jueves, último día de competición en la primera fase de la burbuja, tanto Memphis, como Portland, Phoenix y San Antonio se juegan sus opciones de alcanzar un lugar en la postemporada. Los que mejor lo tienen son los dos primeros, pues les vale ganar para clasificarse. No así los Suns, que a pesar de mantenerse invictos en la burbuja necesitan ganar a los Mavericks y esperar un tropiezo de los Grizzlies o los Blazers. Peor es la situación para San Antonio, que tiene que ganar y esperar que fallen dos de los tres anteriores.
Los clasificados disputarán el play-in el 15 (20.30 horas) y 16 de agosto (22.30 horas). Esa eliminatoria, desigual, permite que el octavo clasificado se meta en playoffs si gana uno de los dos partidos a disputar. Mientras que el noveno debe ganar los dos duelos consecutivos para estar en la lucha por el anillo.
