La Sociedad Deportiva Huesca se llevó el derbi aragonés de Segunda contra el Real Zaragoza "in extremis", cuando ya no había tiempo para más, y mantiene vivo el sueño del ascenso directo.
El triunfo altoaragonés le supuso un doble beneficio ya que a la trascendencia moral de llevarse el enfrentamiento de máxima rivalidad regional cuando todo hacía pensar que iba a acabar en tablas se unió haber salvado lo que en lenguaje tenístico se podría denominar como bola de partido.
Una derrota azulgrana le habría descartado en la lucha de volver por la vía rápida a la máxima categoría y un empate hubiera dejado las cosas tal y como estaban antes de disputarse esta jornada, lo que no le hubiera favorecido lo más mínimo.
Por contra, el triunfo le ha permitido, gracias a los tropiezos de sus más directos rivales, alzarse a la tercera posición adelantando al Almería y reducir la distancia con el equipo maño hasta dejarla en tres puntos, además de tener a favor la diferencia particular de goles dado que en El Alcoraz también se impusieron los de Miguel Angel Sánchez "Míchel".
El Huesca se hizo con el dominio del balón desde el inicio ante un rival que, contrariamente a lo que suele ser habitual, no quiso arriesgar lo más mínimo en una presión alta ni en salir con el esférico jugado para no perder balones y eso permitió a los visitantes tener un dominio abrumador del cuero.
El conjunto maño buscaba en largo a sus delanteros, especialmente la velocidad de Luis Suárez, pero apenas le encontró en situaciones ventajosas. Por contra, el equipo de Miguel Angel Sánchez "Michel" fue amasando el juego y llegando con regularidad al área de los propietarios del terreno prácticamente desde el inicio.
Shinji Okazaki tuvo una doble oportunidad en el minuto 8 que en ambos casos rechazó la defensa, Rafa Mir se plantó solo ante el meta Cristian Álvarez en el 32 pero se adelantó demasiado el balón y permitió a El Yamiq despejar y tres minutos después el propio Rafa Mir fue el que envió un cabezazo a la parte superior del larguero.
El Real Zaragoza tenía muchos problemas para contener el mejor juego altoaragonés que campaba a sus anchas. De hecho, el equipo de Víctor Fernández solo pudo rematar en una ocasión con peligro en los primeros 45 minutos y fue cuando estaban finalizando, aunque resultó ser muy clara y que podía haber inaugurado el marcador ya que Luis Suárez dejó un balón de oro a Shinji Kagawa en el área que el japonés remató mordido y se fue ajustado al poste.
Tras el tiempo de refresco el equipo de Víctor Fernández comenzó de manera muy distinta y empezó a enseñar los dientes con sendas oportunidades de Luis Suárez, la primera en el 59 con un potente remate que rechazó Alvaro Fernández y la segunda tras que Eugeni perdiera el balón cerca de su área y acabara en el colombiano que envió el balón al poste.
Tras el buen inicio local el Huesca se recompuso y volvió a dominar el ritmo del juego pero ya no llegaba con la misma claridad que en el primer periodo y de hecho apenas inquietó el marco de los propietarios del terreno, salvo en la jugada final del gol.
Por contra, el Real Zaragoza tuvo una última opción en el 82 con un remate de cabeza del central Pichu Atienza en un saque de córner que se fue ligeramente desviado.
Cuando todo apuntaba a un empate un remate de Rafa Mir fue rechazado por Cristian Álvarez y muy bien aprovechado por Javi Galán para enviar el balón a las mallas y lograr un triunfo que vale su peso en oro.
