El partido de cada día lo juegan con ganas, con ansia. Zidane recupera el tiempo perdido por culpa del coronavirus. Han estado 81 días sin poder disputar sencillamente un partido, confinados en casa, entrenando individualmente, y posteriormente trabajando en Valdebebas con sesiones individuales o en pequeños grupos. Por fin, al cabo de tres semanas, Sanidad dio permiso para poder entrenarse con total normalidad y los futbolistas lo agradecen. La forma física del grupo es espléndida y la estrella es Hazard. El belga luce con goles y regates. «Eden ha vuelto», dicen en Valdebebas. Compite con Bale en ser el mejor en cada sesión.
El encuentro que juegan al final de cada entrenamiento es lo mejor de cada jornada de trabajo en Valdebebas, al lado del estadio Alfredo Di Stéfano, donde dilucidarán los seis encuentros en casa que el Real Madrid debe jugar de los once que restan para el final de la Liga. Hoy han entrenado muy duro, en el cuadragésimo aniversario del Real Madrid-Castilla.
Toda la plantilla está lista para jugar; saben que todos tendrán minutos en un ritmo de un partido cada tres fechas y con 16 hombres que disputarán cada jornada, gracias a los cinco cambios que el entrenador utilizará porque debe rotar al equipo cada 72 horas
A dos puntos del liderato, los blancos quieren decidir el título especialmente en su campo y también ensayan en ese césped donde abordarán seis jornadas de campeonato. Los profesionales se emplean a fondo, primero en la sesión física y luego en el deseado partido, la esperanza de cada día de trabajo, con la ilusión que todos teníamos cuando éramos niños y podíamos jugar un partido.
Así se sienten los futbolistas. Quieren jugar con esa ilusión. No hay más que te quiten una cosa para desearla más. La forma del plantel es excelente, todos listos para jugar. Zidane sufre el bendito problema que decía Molowny, que tiene exceso de oferta de calidad y solo juegan once.
Ahora, los cinco cambios le permitirán rotar mucho más y los partidos cada tres días exigirán también un cambio de once, de manera que todos los futbolistas saben que van a jugar cada dos encuentros y esa verdad les hace sentirse con ilusión y preparados para dar ese do de pecho en la hora o en la media hora que pueden disfrutar en cada jornada.
Zizou se lo ha dejado claro. tendrán que rendir al cien por cien en una hora o el tiempo que tengan, pero deben acostumbrase a ello, porque al cabo de otros tres días volverán a jugar.
