Regresa la Liga de fútbol en dos semanas y se prepara la industria del deporte en España para seguir la estela del balón en lo relativo a protocolos de acción marcados por el Ministerio de Sanidad y centralizados a través del Consejo Superior de Deportes (CSD). Muchos otros deportes, eventos y certámenes en España evaluarán al fútbol y mejorarán sus pasos en estos tiempos de obligado cambio vital. Y todos deberán tomar en cuenta otro factor: también vuelve la policía del dopaje. La Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, denominada por su nombre artístico Agencia Española Antidopaje, se pone en marcha el lunes. Desde la próxima semana se recupera la ceremonia de detección de los tramposos en domicilios particulares, centros de entrenamiento y laboratorios homologados.
Una semana antes del estado de alarma decretado en España (14 de marzo) cerró el laboratorio de Madrid, donde se analizan la mayoría de controles que realizan decenas de agentes por todo el país. Los brotes del coronavirus que fueron detectados en Madrid, el País Vasco y la Rioja obligaron a los responsables de la agencia a la suspensión del programa antidopaje por el evidente riesgo sanitario.
Surgió entonces una corriente de opinión que proclamaba que los deportistas-fraude aprovecharían ese agujero para doparse, a pesar de que el regreso a las competiciones ni se adivinaba y tampoco ellos podían entrenar en condiciones óptimas, salvo en rodillos, cintas, elípticas y demás. ¿Qué habrá sucedido en ese período?
«No pecar de ingenuo»
«Nadie es adivino, pero no hay que pecar de ingenuo –contesta a ABC el director de la agencia, José Luis Terreros–. Se puede pensar que determinada gente habrá aprovechado este hueco. Tampoco es normal doparse si no hay un objetivo competitivo a la vista. Durante este periodo de confinamiento, todas las competiciones han estado en el aire y muchas todavía no se han definido».
Dedicar tu vida al antidopaje es perder la fe en el ser humano, le gustaba decir a una persona que tuvo alta responsabilidad en esta agencia. «Pocas cosas nos pueden sorprender ya –cuenta Terreros–. En alguna de las últimas acciones de las fuerzas del orden ha habido atletas populares que se dopaban no para ganar, sino simplemente para competir y no hacer el ridículo».
La Agencia Antidopaje ya ha establecido contacto con muchos deportistas a través del sistema ADAMS de localización y les ha hecho saber que el programa contra el fraude se reanuda este lunes. Se entiende que así se pierde el efecto sorpresa en un organismo que, además de velar por la salud, debe descubrir a los farsantes. «Es bueno que los deportistas lo sepan porque así serán conscientes de que estaremos muy encima», dice Terreros, médico de carrera sin formación en el ámbito policial.
La principal novedad de los controles reside en que los agentes no tocarán los tubos esterilizados para depositar la orina o la sangre, sino que todo lo harán los deportistas con el ánimo de evitar contagios. El atleta se someterá a un cuestionario de salud con incidencia en el coronavirus. Y el proceso de los análisis estará provisto de las medidas sanitarias de rigor (distancia, equipos de protección, guantes, mascarillas...).
«No empezaremos haciendo 200 controles, sino que iremos de forma progresiva –explica Terreros–. Y siempre serán mejores los controles por sorpresa que los programados».
