El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska ha apelado a su condición de juez para ‘absolver’ al vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias tras sus críticas a la sentencia que condenó a una compañera de Podemos por agredir a agentes durante un desahucio. Grande Marlaska ha enmarcado esas palabras en la “libertad de expresión” y ha negado que atenten contra la independencia judicial.
“Yo, quizá, no me hubiera expresado como lo hizo". Esta ha sido la única frase en la que el ministro ha mostrado distancia con la reacción de Iglesias. El vicepresidente y líder de Unidas Podemos se quejó de que “en España mucha gente siente que corruptos muy poderosos quedan impunes gracias a sus privilegios y contactos, mientras se condena a quien protestó por un desahucio vergonzoso”.
En realidad, la dirigente de Unidas Podemos de Madrid, Isabel Serra, no fue condenada por protestar contra un desahucio, sino por insultar, empujar y lanzar “objetos contundentes” a agentes de policía, según la sentencia. Ha sido condenada a 19 meses de cárcel e inhabilitación para cargo público. Se le considera culpable de atentado a la autoridad, lesiones leves y daños.
Grande Marlaska ha apelado a su conocimiento como juez al decir que en las palabras de Iglesias “no hubo ninguna posibilidad de entender que la independencia del poder judicial quedaba alterada” sino que “entraba dentro de la posibilidad en una crítica a una resolución judicial”. Según su criterio “ir contra la independencia exige un plus, provocar o tratar de provocar una revolución distinta a la dictada o antes de que se dicte”.
En este caso, la condena contra Isabel Serra ha sido dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pero cabe posibilidad de recurso ante el Tribunal Supremo como el propio Iglesias se encargó de recordar en su crítica, difundida a través de su cuenta personal de Twitter con 2,5 millones de seguidores.
Distinto criterio al manifestado por el ministro mostró el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El órgano de Gobierno de los jueces emitió un comunicado en respuesta a las palabras de Iglesias: “Estas afirmaciones merecen un absoluto y rotundo rechazo, pues más allá del legítimo derecho a la crítica generan una sospecha inaceptable respecto del proceder de Juzgados y Tribunales”. Antes de dar el salto a la política, el juez Grande Marlaska fue vocal del CGPJ a propuesta del sector conservador de la carrera.
“Con conocimiento de mi condición de juez siempre va a ser posible algún tipo de interpretación (...) Las expresiones del vicepresidente segundo no implican lesión a la independencia del poder judicial. Entraban perfectamente en la libertad de expresión”, ha zanjado.
