Una semana más el varapalo sufrido a nivel mundial por el triatlon ha sido espeluznante, pero en esta ocasión si cabe ha sido mucho más fuerte, pues las esperanzas para muchos triatletas eran casi de tocar la prueba con la mano.
Esta situación está haciendo que los triatletas se encuentren a nivel de entrenamientos en un juego del palo y la zanahoria, como si fuéramos “asnos” que les ponen una zanahoria, en este caso una prueba, que les hace tirar para adelante con los entrenamientos y no mandan a estos a la basura. Sin embargo ninguna prueba hoy en día es una apuesta segura, lo peor es que las están aguantando hasta casi el final.
Esto obliga a estar en un estado de forma cercano al 100% durante semanas y semanas. El organizador lógicamente va a apostar por su prueba hasta el final mientras tenga el ok de la administración en pie, y el atleta va a luchar por competir en ella en la mejor forma posible.
En categoría profesional, una carrera puede valer una temporada entera, el triatleta está actuando como un autómata, si no entrena no hace su trabajo, y como al final hay pruebas en el calendario, se ve obligado a hacer un tipo de entrenamientos que le mantiene en posición de precompetición prácticamente desde junio.
Esta situación es muy difícil, pues para muchos la sensación de entrenar por entrenar se les está haciendo muy difícil, situación que en el caso de muchos grupos de edad, les ha hecho pasar página este año.
Lejos de acabar y tener un futuro certero la situación va a más, primero se anunciaron pruebas a finales de julio, muchos la prepararon a conciencia, especialmente los más jóvenes para los que una prueba era prácticamente la mitad de su temporada, estas se cancelaron a 1 semana, después había esperanzas en agosto, de varios tipos de competiciones incluiso el primer full, en agosto prácticamente ha caido todo. Después hay pruebas en septiembre, de las que han caido más de las 3/4 partes, pues había muchas programadas, pero hay algunas que a modo de zanahoria dan esperanzas. Finalmente octubre y noviembre e incluso diciembre tienen pruebas en el calendario, pero ya ha habido avisos de pruebas en esas fechas canceladas recientemente.
Estas pruebas hacen que la esperanza se mantenga en muchos deportistas, pero la pregunta es ¿ cómo hacer para mantener la forma durante tanto tiempo ? , hacer un nuevo parón es complicado, pues ya sería el enésimo este año, así que una de dos, o haces un gran parón de dos meses y comienzas de cero en octubre-noviembre de cara a 2021, siendo consciente de que hay altísimas posibilidades de que no se corra nada en 2020, o sigues preparando objetivos, con lo que llevas encima de entrenamientos.
Una labor muy difícil para los entrenadores, que se han visto obligados en muchos casos a establece nuevas estrategias para situaciones nunca vistas anteriormente.
Lo que está claro es que el lema de que “mientras hay vida hay esperanza”, es lo que está manteniendo viva la llama del triatlon a todos los estamentos, deportistas, organizadores, clubes, entrenadores y federaciones
