Hace dieciséis años, en 2008, cuando Rafa Nadal ganó su primer Wimbledon,
Conchita Martínez estaba de comentarista en Cuatro junto a José Antonio Mielgo. En plena euforia por el triunfo, el narrador metió la pata cuando el tenista levantó su trofeo: “¡Esa copa que hace 42 años que no tocaba un español!”. Después del comentario se hizo el silencio y, rápidamente, se disculpó con su compañera de retransmisión: “Perdóname, Conchita. Hace menos que la tuviste tú, que también eres española”. El comentario, más allá de evidenciar el sesgo existente con el deporte practicado por mujeres, también ponía de manifiesto hasta qué punto no se ha valorado lo suficiente la trayectoria de Conchita Martínez.
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