A falta de una bancada oficial, el Poder Ejecutivo cuenta con el respaldo parlamentario de un sector que incluye, entre otros, a Alianza Para el Progreso (APP), cuya bancada responde a la línea trazada por el fundador y líder, César Acuña. Enseguida se mencionarán algunos de los hechos que ayudan a sostener esta lectura.
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Primero, los votos en contra y las abstenciones de APP sirvieron para mantener en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) a Julio Demartini, quien no pudo ser censurado a pesar del escándalo del programa de alimentación escolar Qali Warma que derivó, incluso, en la intoxicación de niños.
En noviembre, Demartini ya se había librado de una primera censura. APP también lo protegió junto a otras agrupaciones.
El titular del Midis forma parte del gabinete desde que Dina Boluarte asumió la presidencia de la República. Se trata de uno de los ministros más cercanos a la jefa de Estado.
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Segundo, la negativa reiterada a censurar al ministro del Interior, Juan Santiváñez, a pesar de la crítica situación en materia de inseguridad ciudadana, fuera de las varias denuncias que existen en su contra.
El propio César Acuña dejó sentada la posición del partido acerca de Santiváñez. “Ahora no conviene ninguna censura porque el gran perdedor es la gestión de los gobiernos regionales y locales. El cambio de un ministro significa que todo queda en cero”, dijo en setiembre.
Si bien se estuvo evaluando una moción de censura contra Santiváñez promovida por Sigrid Bazán (Bloque Democrático Popular), nunca reunió las firmas requeridas a fin de ser presentada de manera oficial.
Al igual que Demartini, Santiváñez forma parte del círculo próximo de Boluarte.
Sí se censuró en cambio a Rómulo Mucho, quien estaba al frente del Ministerio de Energía y Minas. El tema de la extensión del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) y la presión de los mineros informales e ilegales marcó su caída a finales de noviembre. Hubo trece abstenciones. Siete de ellas, de APP.
Este es un tercer elemento que apoya la idea de una bancada no oficialista quizás en términos formales pero que actúa como tal en la práctica.
Las acciones que han sido descritas son, al mismo tiempo, apuntaladas por César Acuña. “No creo en las vacancias ni en las interpelaciones. En un año más, ya debe llamar a elecciones. Creo que todos los peruanos de buena voluntad deberíamos hacer un esfuerzo de ponernos de acuerdo y ver de qué manera le ayudamos a salir a este Gobierno de la señora”, declaró el tres de noviembre el gobernador de La Libertad.
En cuarto lugar, cuando el expresidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, afirmó que Boluarte se había sometido a una cirugía en la nariz, se empezó a debatir si constituía o no una infracción constitucional que el Parlamento no hubiese sido informado.
Entonces, Alejandro Soto, el vocero de APP, sostuvo que para dicho grupo la prioridad es “legislar a favor de los millones de peruanos” y “no perder el tiempo en temas que podrían generar una crisis política innecesaria, donde los más afectados son los ciudadanos”.
Como si eso no bastara, de nuevo Acuña salió en defensa de la presidenta: “Al Congreso le pido que, en lugar de dedicarse a estar censurando o interpelando, se dediquen a legislar en temas que le correspondan al Perú como es el tema de seguridad. Tienen que legislar en temas de seguridad, porque por más que se invierta, si no hay herramientas legales, no hay inversión. Que se dediquen a legislar el tema económico”.
Como queda evidenciado, mientras que Acuña declara públicamente su respaldo a Boluarte y sus colaboradores -oponiéndose a eventuales vacancias y censuras- la bancada de APP es la que traduce en votos esta línea de defensa de los intereses del Ejecutivo.