La contaminación atmosférica se ha convertido en uno de los problemas más graves en América Latina, donde millones de personas respiran aire contaminado diariamente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a partículas contaminantes es responsable de una alta mortalidad en la región, afectando tanto a poblaciones urbanas como rurales. A pesar de los esfuerzos para mejorar la calidad del aire, las cifras de muertes asociadas a la contaminación siguen siendo alarmantes.
Un informe reciente destaca que la contaminación atmosférica en la región supera los niveles recomendados por la OMS, con efectos devastadores para la salud pública. En varios países, la combinación de tráfico vehicular, actividad industrial y quema de leña ha creado un cóctel tóxico que ha aumentado las tasas de mortalidad de manera significativa.
La Fundación Mapeko informa que, en 2016, investigadores del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático y del Instituto Nacional de Salud Pública realizaron un estudio para evaluar el impacto de la contaminación del aire en la salud en la región Centro de México. Esta área concentra al 33% de la población nacional y mostró resultados preocupantes. El estudio reveló que un número significativo de muertes podría prevenirse si los niveles de contaminantes estuvieran dentro de los límites establecidos por las normas mexicanas e internacionales.
El informe destaca que, si el material particulado se mantuviera dentro de los niveles permitidos en México, se podrían evitar cerca de 8,500 muertes, y otras 3,000 por la presencia de otros contaminantes. Además, si se adoptaran los niveles recomendados por la OMS, se estima que se podrían prevenir aproximadamente 10,000 muertes relacionadas con material particulado y unas 13,000 causadas por otros contaminantes.
Aunque México encabeza la lista, otros países de América Latina también sufren una alta mortalidad debido a la contaminación del aire. En Chile, ciudades como Santiago y Coyhaique han visto un aumento en las muertes por la quema de leña, una práctica común en el centro-sur del país. La contaminación industrial y vehicular en Santiago contribuye a unas 4,000 muertes anuales. Aunque históricamente Santiago ha sido considerada la ciudad más contaminada de Chile, otras ciudades ahora la superan en niveles de contaminación, según Ezio Costa, director ejecutivo de FIMA, una ONG dedicada a la protección ambiental.
Un informe de 2022 de la startup qHAWAX muestra que la contaminación del aire en Lima durante el primer semestre del año está vinculada a un número significativo de muertes. En la zona centro de Lima, se estimaron aproximadamente 750 muertes debido al aire contaminado. Steven Arce, meteorólogo líder de qHAWAX, señala que si las autoridades redujeran la concentración de contaminantes al nivel recomendado por la OMS de 5,5 microgramos por metro cúbico, se podrían evitar unas 3,000 muertes anuales.
La alta mortalidad vinculada a la contaminación atmosférica en América Latina tiene un impacto devastador en la salud pública. Las partículas finas en el aire, principalmente el material particulado (PM2.5), penetran profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, cardíacas y cáncer.
Según la OMS, la contaminación del aire es el cuarto factor de riesgo de muerte más importante a nivel mundial. En América Latina, este problema se agrava debido a la falta de políticas efectivas y la poca prioridad que se le da a la calidad del aire en las agendas nacionales. Además, la alta dependencia de vehículos de combustión interna y prácticas como la quema de leña en zonas rurales, continúan exacerbando la crisis.
Para abordar la crisis de contaminación del aire, varios países de América Latina han implementado medidas urgentes. En Lima, el municipio ha lanzado la campaña “Respira limpio”, que incluye la peatonalización de zonas del centro histórico y la instalación de monitores de calidad del aire en áreas frecuentadas por niños. En Chile, se ha prohibido la venta de leña verde en algunas ciudades y se han promovido calefactores eléctricos como alternativa, aunque la resistencia cultural y la falta de recursos han dificultado la implementación masiva.
México ha desarrollado el programa ProAire ZMVM 2021-2030, que busca reducir las emisiones en el Valle de México mediante la promoción de transportes masivos y el uso de combustibles más limpios. Sin embargo, activistas señalan que el medio ambiente no ha sido una prioridad para el gobierno actual, lo que podría afectar la efectividad de estas iniciativas.
