Por tercera vez en unos días, aviones de la OTAN y de Rusia han tenido un encontronazo no deseado sobre los cielos del Mar Negro. Esta vez, según la denuncia del Ministerio de Defensa de Vladimir Putin, un caza ruso Su-27 ha interceptado un avión espía y dos cazas británicos, obligándoles a cambiar de rumbo tras el acercamiento de la aeronave rusa,
Este es el tercer incidente de este tipo con aviones de la OTAN en tan solo una semana, una circunstancia que aunque no ha tenido consecuencias graves es poco habitual. Lo ocurrido coincide además con el pulso que mantienen Estados Unidos, Rusia y China después de que bombarderos de estos dos últimos países fueran interceptados cerca del espacio aéreo del estado más septentrional de Estados Unidos.
"Un caza Su-27 de la defensa antiaérea rusa alzó el vuelo para evitar una violación de la frontera estatal de Rusia. La tripulación identificó los objetivos aéreos como un avión espía y de lucha radioelectrónica RC-135 y dos cazas polivalentes Typhoon de la Fuerza Aérea de Reino Unido", informó el Ministerio de Defensa ruso, tal y como recoge Efe.
"Ante la cercanía del caza ruso los aviones militares extranjeros cambiaron de rumbo, se alejaron de la frontera de Rusia", según ese departamento.
"El avión ruso volvió a la su base. No se permitió la violación de la frontera estatal de Rusia", añadió Defensa.
El mando ruso recalcó que el vuelo del caza se realizó respetando estrictamente las normas internacionales para el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales y respetando las medidas de seguridad.
Se trata del segundo incidente de este tipo en tres días con participación de un avión espía británico RC-135 y dos cazas Tyfon sobre el mar Negro, tras el ocurrido el pasado miércoles.
En marzo pasado Defensa informó de una situación similar con un RC-135 y dos cazas polivalentes Typhoon de la Fuerza Aérea de Reino Unido, también sobre el mar Negro.
