El «caso Koldo» monopolizará la campaña electoral vasca, al igual que la amnistía volverá al Congreso coincidiendo con la recta final de las catalanas. Son dos cuestiones que están determinando los primeros meses de una legislatura que no termina de arrancar y que hace mella en la moral del electorado, quien, cómo ya reflejó la encuesta de LA RAZÓN del pasado lunes, si hoy hubiese elecciones generales, el bloque de PSOE y Sumar perdería 21 escaños de máximo.
La semana que viene el Congreso y el Senado recibirá toda la atención. Se fijará la fecha para ordenar la lista de comparecientes que deben acudir a dar explicaciones para determinar su grado de implicación en la trama corrupta. Un caso sobre el que el Ejecutivo, interpelado por la oposición, se ha negado a dar explicaciones. Así, lo percibe un 77% de la sociedad, según la encuesta realizada por NC Report para este diario. Tan solo un 17,4% cree que el Gobierno ha dado las explicaciones suficientes. Un sentimiento que está respaldado entre todos los electorados. El 61,3% de los votantes socialistas así lo acredita y también un 47,9% de los afines a Sumar.
La trama Koldo ha salpicado ya al exministro José Luis Ábalos, a la expresidenta de Baleares, Francina Armengol y al expresidente de Canarias y ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. La mirada también está puesta en el exministro de Sanidad, Salvador Illa o en el ministro del Interior. El conocimiento del ministerio de Hacienda y de Transportes también está en entredicho. Es por eso que, un 62,7% cree que Sánchez debería tomar «más medidas con los ministros implicados», según la encuesta. PP y Vox lo afirman sin paliativos, mientras que un 65,5% y un 57,9% de los votantes de PSOE y Sumar no lo ven necesario. La tercera autoridad del estado será una de las políticas que pase por la comisión de investigación en el Senado por los contratos de material sanitario de su Gobierno en Baleares con empresas investigadas en la trama. Un 58,3% cree que debería dimitir. Así lo confirma casi el 60% de los electorados de todos los partidos en todas las horquillas de edad. El partido de Francina Armengol lo rechaza en un 74,2%.
Aunque políticamente el caso desvele un gran interés y desgaste al PSOE, hay división de opiniones sobre si la trama de corrupción acabaría o no con la legislatura. Un 52,9% no cree que sea el fin del gobierno de coalición y un 36,1% ve esa posibilidad. Solo Vox cree con rotundidad que el «caso Koldo» puede acabar con el Gobierno. En el PP un 43,1 lo respalda, pero es mayor el porcentaje de militantes que lo rechaza.
La amnistía, la primera ley que saldrá adelante en el Congreso, será el ticket electoral para el PSOE en las catalanas. Sánchez prevé sacar rédito y explicar su política de reconciliación con Cataluña. Serán los comicios del 12 de mayo los que determinen si es acertada o no la apuesta. Un 52,9% rechaza que la amnistía «mejorará la convivencia» frente a un 36,2% que confía en ello. Lo apoyan los votantes de PSOE y Sumar y lo rechazan de plano los de PP y Vox. Solo un 30,3% cree que es una medida necesaria mientras que casi un 60% opina que se ejecuta tan solo por los siete votos imprescindibles de Junts para que Sánchez pueda gobernar. Amnistiar al expresident Carles Puigdemont es el principal objetivo de la ley. Un elevado 71,5% no aprueba la medida para el líder independentista y esa sensación vence entre el electorado socialista con un 40,6%. También lo rechaza el 48,6 de los afines a Yolanda Díaz.
La presencia de Puigdemont en campaña es una de las incógnitas. Su entorno dejó entrever que podría volver si ganaba las elecciones para ser investido. Un 54,1% cree que regresará en campaña mientras un 34,5% rechaza esa opción. El resultado de las catalanas definirá el futuro de la legislatura, pero la encuesta refleja divergencia de opiniones. Con una mayoría independentista, el apoyo de ERC y Junts se encarecería en el Congreso, lo que pondría en entredicho los planes de Sánchez de agotar la legislatura. Sin embargo, un 46,1% niega que esta circunstancia podría acotar la legislatura, mientras que un 39,3% sí lo piensa. Tampoco está claro si Sánchez podrá mantener o no el apoyo de sus socios durante la legislatura. Toda condicionada por la voluntad de sus aliados. El 47,6% confía en que sí, mientras hay un 36,1% más pesimista. El electorado de PSOE y Sumar no se plantea que los aliados de Sánchez le retiren el apoyo.
