En el entorno de negocios actual, existen dos condiciones que tienen una inercia significativa y que no han paran de evolucionar y plantear retos considerables para quienes llevan el liderazgo financiero dentro de las empresas: la globalización y la digitalización.
Hasta hace relativamente poco tiempo (pre pandemia) era la apertura comercial la que representaba para las empresas la posibilidad de ampliar alternativas, ya fuera de opciones de crecimiento, de fuentes de financiamiento o de consolidación e integración, entre otras. Cada una de ellas representó, para los CFO’s la necesidad de entender cómo es que debería registrar y documentar las operaciones, cómo negociar alianzas, desincorporaciones e ingresos a otros mercados, cómo presentar la información ante autoridades en los distintos ámbitos en que opera, entre otros temas
Dicho proceso estaba aun en desarrollo cuando sucede la pandemia cuyos efectos obligan a reflexionar sobre la responsabilidad de los negocios en el cambio climático y a los gobiernos a implantar regulaciones asociadas a la sustentabilidad del planeta. De entonces para acá las empresas se han tomado con mucho mayor seriedad temas asociados a la protección del medio ambiente y a la forma de autogobernarse. Ahora estos temas ocupan parte de la agenda del Consejo y muchas empresas publican sus informes anuales, dedicando capítulos a la sustentabilidad
Por otra parte, el desarrollo tecnológico ha traído consigo cambios fundamentales en la forma en que operan los negocios. Sólo por citar algunos, los activos no son lo que fueron, han aparecido nuevos insumos y hay proyectos cuyo retorno es difícil de pronosticar
En el IMEF, entendemos que es bajo el contexto mencionado que la figura del CFO continúa evolucionando y se enfrenta a retos novedosos y cada vez más exigentes. Entender el rol más allá de las funciones y responsabilidades básicas y sus implicaciones hacen evidente las implicaciones actuales de la responsabilidad del rol y la trascendencia de sus decisiones y recomendaciones
En resumen, el rol ha pasado de ser responsable de desarrollar una infraestructura que tenga la capacidad de gestionar los temas financieros y de control de la operación, a ser un socio estratégico del CEO mediante los análisis de negocio que provean hallazgos que permitan generar mayor valor
Todos estos retos han originado que se definan nuevas competencias para quienes ocupan dicha posición. Sólo por citar algunas, es necesario que el CFO mantenga un desempeño sólido ante contextos ambiguos, sintiéndose cómodo al enfrentar situaciones vagas o desconocidas y se energice ante situaciones poco estructuradas y problemas complejos, disfrutando de encontrar soluciones creativas, sin perder confiabilidad
Es bajo el entendimiento de todo este contexto que en el IMEF continuamos fomentando el desarrollo de los profesionales de la función
Enrique Pérez Sámano
Socio/Director de Korn Ferry México
Miembro del Comité financiero del IMEF
