Ni los indultos, ni la amnistía, ni nada que se le asemeje. “Lo más importante” para conseguir la paz en Cataluña fue, según el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía, según ha dicho esta tarde en Madrid en un acto para presentar el libro del efímero líder de Alianza Popular Antonio Hernández Mancha.
El que fue durante dos años (1987-1989) secretario general de Alianza Popular —hoy PP— ha escrito un libro en el que mezcla autobiografía y reflexiones políticas sobre sus dos años de mandato y más allá, titulado Secretos de mi partido (ed. Almuzara). La tarde de este martes se ha llevado a presentarlo a la sede de Mutua Madrileña a Rajoy y al veterano periodista José María García. Los tres han hablado distendidamente, especialmente Rajoy, que ha provocado la risa de la audiencia en varias ocasiones.
“El libro tiene nivel, es interesante, es ameno y de fácil lectura”, ha defendido, con su habitual profusión de sinónimos. Rajoy se ha entretenido señalando alguna de las anécdotas de la obra que entiende divertidas, como la de que el autor y Manuel Fraga durmieran una vez en un hotel en una misma habitación “en camas separadas, como es natural”. También que si Mancha dice que hoy no se puede decir que existan “socialistas inteligentes” él no se atreve a afirmarlo. “Ya bastantes enemigos tengo”, se ha excusado, teatralmente. En ambas situaciones la carcajada ha sido general.
Rajoy, a quien escuchaban algunos de los ministros de sus gabinetes, como María Dolores de Cospedal, Fátima Báñez o José Manuel Soria, no ha dicho palabra sobre corrupción política, optando por cuestiones más cercanas a sus intereses cotidianos. Por ejemplo, que al Congreso hay que ir “con la vestimenta adecuada” o la mayor o menor oportunidad del lenguaje inclusivo, del que no es partidario. Sobre la situación política ha defendido que “los extremos han contagiado al partido de Gobierno y eso nos ha llevado a la mayor etapa de división y polarización que ha habido en España desde 1978”, y se ha mostrado de acuerdo con la tesis europeísta de Mancha de avanzar en la integración de los Estados, señaladamente en materia de seguridad común, pero también en Justicia e Interior. “No tiene ningún sentido que un tribunal español tome una decisión sobre lo que conocen ustedes que pasó en Cataluña y lleguen unos belgas que digan que no”, se ha quejado al respecto.
Aunque “alguien presume de que ha pacificado Cataluña”, lo que fue fundamental fue el 155, según Rajoy, porque “quedó claro que la democracia española tiene instrumentos para defenderse si se la ataca y que los usa”.
El propio autor dijo que contemplaba la actualidad con perspectiva continental, y ha dicho que la “situación prebélica” que el “mundo periodístico y de los políticos” describe no es tal, pues “sale uno a la calle y ve alegría y dispendio”. Si la extrema derecha avanza en Europa se trata, a su entender, de una reacción popular que dará paso a la moderación del electorado, tarde o temprano.
En la afabilidad del evento también ha tenido que ver José María García, que se ha mostrado nostálgico del viejo periodismo, sin las actuales estrecheces económicas, y ha aprovechado para disipar una maledicencia sobre los hábitos informativos de Rajoy, según la cual solo consume prensa deportiva. “Alguno más sí, ¿no?, inquirió. El interrogado movió la cabeza en señal afirmativa.
