Estados Unidos afirmó el lunes haber avanzado hacia un acuerdo de alto el fuego por rehenes en Gaza, afirmando que Benjamin Netanyahu había aceptado una "propuesta puente" que pretendía resolver las diferencias entre Israel y Hamás.
La evaluación optimista de Antony Blinken se produjo después de que el secretario de Estado estadounidense mantuviera tres horas de conversaciones con el primer ministro israelí en un intento de avanzar en las negociaciones, estancadas desde hace tiempo, destinadas a poner fin a la guerra de 10 meses en Gaza y garantizar la liberación de más de 100 rehenes israelíes.
Tras una serie de reuniones que describió como "quizá la última oportunidad" para evitar una escalada regional, Blinken afirmó que Netanyahu le había dado importantes garantías tras una "reunión muy constructiva".
"[Netanyahu] me confirmó que Israel acepta la propuesta del puente, que la apoya", dijo Blinken. "Ahora corresponde a Hamás hacer lo mismo (...).El siguiente paso importante es que Hamás diga que sí".
La visita de Blinken a la región se produce tres días después de que EE.UU., Qatar y Egipto presentaran una propuesta en las conversaciones celebradas en Doha para ultimar un acuerdo en tres fases destinado a detener los combates y liberar a los rehenes. Los detalles de la denominada propuesta puente no se han hecho públicos.
Hamás ha acusado a Netanyahu de intentar sabotear el acuerdo después de que éste añadiera nuevas condiciones a una propuesta que el grupo militante favoreció en julio y que se basaba en un plan respaldado por el presidente estadounidense Joe Biden.
El grupo afirmó que la propuesta presentada por los mediadores en Doha la semana pasada contenía cambios que tenían en cuenta las demandas israelíes pero no las de Hamás y "no permitía alcanzar un acuerdo".
Tras las declaraciones de Blinken, Netanyahu emitió un comunicado en el que agradecía a EE.UU. su "comprensión" hacia la postura de Israel. Pero también hizo hincapié en otra exigencia reciente: que se liberara el máximo número de "rehenes vivos" "ya en la primera fase del acuerdo".
No hubo ninguna referencia a que Israel aceptara la propuesta puente.
EE.UU. ya había expresado su optimismo ante la inminencia de un acuerdo, pero éste se ha estancado debido a las persistentes diferencias entre ambas partes, en guerra desde el ataque de Hamás del 7 de octubre.
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Blinken dijo que las conversaciones de seguimiento continuarían antes de otra reunión prevista en El Cairo a finales de esta semana.
Añadió que tanto Israel como Hamás, en caso de llegar a un acuerdo, "tendrían que reunirse [a través de los mediadores] y completar el proceso de llegar a entendimientos claros sobre cómo van a aplicar los compromisos que han contraído en virtud de este acuerdo".
La nota positiva que puso Blinken en su novena visita a la región desde el 7 de octubre fue una sorpresa, después de que tanto Netanyahu como Hamás parecieran endurecer sus respectivas posturas el domingo.
Antes de la reunión de Blinken con Netanyahu, personas informadas de las conversaciones dijeron que los mediadores eran, en el mejor de los casos, cautelosamente optimistas sobre las posibilidades de progreso, ya que el primer ministro israelí parecía negarse a suavizar sus exigencias.
No estaba claro si Netanyahu había suavizado sus condiciones en sus conversaciones con Blinken.
Uno de los principales puntos de fricción ha sido la insistencia de Netanyahu en que Israel no se retiraría de la zona fronteriza entre Gaza y Egipto conocida como corredor Philadelphi, junto con otras exigencias introducidas en las últimas semanas.
Las condiciones de Netanyahu diferían de un borrador de plan presentado por Biden a finales de mayo, que inicialmente contaba con el respaldo de Israel y preveía la retirada de las fuerzas israelíes de las zonas pobladas de Gaza en la primera fase del acuerdo y por completo en la segunda.
Egipto, uno de los mediadores, también se opone a que Israel mantenga fuerzas a lo largo del corredor Philadelphi, según diplomáticos. El domingo, Netanyahu dijo que Israel estaba llevando a cabo negociaciones y "no un escenario en el que sólo damos y damos".
EE.UU. y sus aliados han intensificado la presión sobre Israel y Hamás para que lleguen a un acuerdo con la esperanza de evitar que la guerra de Gaza se convierta en un conflicto regional en toda regla.
Pero Netanyahu también se enfrenta a la presión de los aliados de extrema derecha de su coalición de gobierno para que no ponga fin a la guerra contra Hamás ni haga concesiones a los palestinos.
Las tensiones regionales se han disparado después de que Irán y su proxy libanés Hezbollah se comprometieran a tomar represalias contra Israel por los asesinatos de dos militantes de alto rango a finales del mes pasado.
Durante su viaje, Blinken destacó la enorme concentración de fuerzas estadounidenses en la región para disuadir a Irán y Hezbollah y defender a Israel si es atacado.
Blinken afirmó que en Israel y en toda la región existe "un verdadero sentimiento de urgencia" sobre "la necesidad de llevar esto a buen puerto y de hacerlo lo antes posible".
