Caminar es una actividad simple, pero poderosa que sirve mejorar nuestra salud. Además de fortalecer nuestros músculos y mejorar nuestra resistencia cardiovascular, también contribuye a mantener un peso saludable.
De acuerdo con investigadores de Harvard, la velocidad a la que caminamos puede ser clave para obtener beneficios óptimos y prevenir la hipertensión.
Esto significa que, más allá de la frecuencia, la intensidad también importa. ¿Sabés cuál es la velocidad exacta que necesitamos para proteger nuestra salud cardiovascular? Estos especialistas de Harvard tiene la respuesta.
La recomendación de caminar a paso rápido para mejorar la salud cardiovascular proviene de la reconocida Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard.
Este consejo se basa en una serie de beneficios que el caminar de forma vigorosa aporta al cuerpo humano, según explicó el portal de 20 minutos.
Algunos puntos clave a tener en cuenta sobre la velocidad al caminar que se explican en el estudio de Harvard:
No hay un número mágico de pasos o una velocidad específica que todos debamos alcanzar. Lo importante es mantener una actividad física regular y progresiva.
Un estudio citado por investigadores de Harvard, publicado en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis & Vascular Biology, señala que esta actividad también puede tener un impacto positivo en el colesterol alto y la diabetes.
Es importante destacar que para obtener estos beneficios, es necesario mantener una regularidad en la actividad física.
Según las recomendaciones de las Physical Activity Guidelines for Americans, es aconsejable realizar al menos 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada cada semana.
Caminar a paso rápido se alinea perfectamente con estas pautas, pero es crucial ajustar la velocidad y la duración del ejercicio según las capacidades individuales de cada persona.
La velocidad a la que caminamos y el número de pasos que damos pueden influir significativamente en los beneficios para nuestra salud. Diversos estudios han demostrado que este tipo de ejercicio está asociado con mayores beneficios para la salud cardiovascular.
Entre estos beneficios, está lo siguiente:
Una ventaja adicional del caminar a paso rápido es que se trata de un ejercicio de bajo impacto, lo que significa que ejerce menos presión sobre las articulaciones en comparación con actividades más intensas como correr.
Esto lo convierte en una opción accesible y segura para personas de todas las edades y niveles de condición física.