Google ha presentado su nuevo chip cuántico de última generación, llamado Willow, que trae dos logros importantes:
Contexto: ¿Qué es un ordenador cuántico? Una máquina que, basándose en las singulares cualidades de la materia en su escala más pequeña –incluso subatómica–, es capaz de realizar operaciones a un nivel desconocido de rapidez respecto a los ordenadores clásicos. No trabajan con bits (ceros o unos), sino con cúbits (ceros y unos al mismo tiempo). No se ha conseguido ninguno plenamente funcional y los experimentales, por ahora, requieren condiciones de máximo frío y aislamiento para no caer en errores.
Reducción exponencial de errores. Según explica Hartmut Neven, fundador y director de Google Quantum AI, en líneas generales, cuantos más cúbits se utilizan, más probabilidades de que el ordenador deje de ser cuántico.
Sin embargo, su equipo acaba de publicar en la revista Nature que cuantos más cúbits utilizan en Willow, más reducen los errores.
Cómo lo han hecho: Jugar con la materia a escala atómica es complicadísimo. Los electrones, fotones u otras partículas del mundo cuántico son caprichosos e inestables. Un defecto mínimo en el material o las radiaciones naturales pueden hacer que se comporten inesperadamente. Así que Willow, por así decirlo, agrupa partículas o átomos, formando cúbits lógicos (que portan información) entrelazándolos entre sí. Si quieres saber más sobre la magia del entrelazamiento cuántico, echa un vistazo a este stream de Newtrinos con Patricia Contreras.
Potencia de cálculo extraordinaria. Willow realizó en menos de cinco minutos un cálculo que llevaría a uno de los superordenadores más rápidos de hoy día 10.000 trillones de años. Esta cifra mareante supera las escalas de tiempo que se manejan en física y sobrepasa ampliamente la edad del universo.
Por qué es importante: Un ordenador cuántico funcional podría desbaratar el actual sistema de cifrado de la mayoría de cosas que requieren confidencialidad en el mundo digital. Tardaría poco en hacer las operaciones necesarias, como describió Peter Shor. Sin embargo, explica el propio investigador que ya se trabaja en cifrados a prueba de ordenadores cuánticos.
Por qué esto no es el ordenador cuántico definitivo. Aún no es funcional ni más práctico que un superordenador convencional. El próximo paso más allá de Willow, según Neven, sería hacer un primer cálculo utilizando los chips cuánticos actuales que tengan utilidad en problemas del mundo real con relevancia comercial.
Para ello, desde Google invitan a investigadores, ingenieros y desarrolladores a que se unan y les ayuden a crear algoritmos capaces de resolver los problemas del futuro.