En la era de la hiperconectividad, donde las notificaciones parecen no tener fin, tardar en responder mensajes o dejarlos 'en visto' durante horas o días es un hábito más común de lo que parece. Lejos de ser únicamente una cuestión de desinterés o descortesía, este comportamiento tiene explicaciones psicológicas profundas que revelan la relación de las personas con la tecnología y sus propias emociones.
Según un estudio publicado en 'Computers in Human Behavior', muchas personas que tardan en responder experimentan lo que se conoce como fatiga digital, una sensación de agotamiento derivada de la presión de estar siempre disponible. "Esta saturación no necesariamente implica mala intención, sino una estrategia de autocuidado", explica el psicólogo Adam Alter. Ignorar mensajes puede ser una forma de protegerse del estrés constante que genera la necesidad de conexión inmediata.
Otra razón detrás de este hábito es la ansiedad social. Según la psicóloga Susan Krauss Whitbourne, algunas personas no responden de inmediato porque temen no decir lo correcto o ser malinterpretadas. Este exceso de reflexión puede llevar a una parálisis en la comunicación, especialmente en aquellos que tienen tendencias perfeccionistas o que valoran mucho la calidad de sus interacciones.
Por otro lado, el acto de no responder también puede estar vinculado a la necesidad de mantener límites personales. Responder mensajes conlleva una inversión emocional que, para algunos, resulta abrumadora. "Valorar el tiempo y espacio personal es esencial para estas personas, que eligen priorizar su bienestar emocional antes que responder de inmediato", añade Alter.
Sin embargo, no todas las respuestas tardías tienen un trasfondo emocional complejo. Según un estudio de la Universidad de Texas, la forma en que priorizamos los mensajes depende de nuestros vínculos emocionales. Es decir, tendemos a responder más rápido a personas importantes para nosotros y dejamos al final a quienes consideramos menos relevantes, lo que podría interpretarse como una muestra de desinterés hacia algunos contactos.