Seúl. El surcoreano Yoon Suk Yeol entró en política tras una destacada carrera como fiscal, pero como presidente enfrentó una crisis tras otra hasta su destitución este sábado, tras declarar brevemente una ley marcial y enviar soldados y helicópteros al Parlamento.
La declaración de la ley marcial duró apenas unas horas, entre la noche del 3 y la madrugada del 4 de diciembre, y Yoon retrocedió luego de las multitudinarias protestas y los forcejeos en el Parlamento.
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Sin embargo, esta medida revivió traumas en una democracia reciente, marcada por un pasado de dictaduras. De los 300 diputados de la cámara, 204 votaron a favor de destituir al presidente por insurrección, mientras que 85 se opusieron, según los resultados anunciados por la presidencia de la cámara. También hubo tres abstenciones y ocho votos nulos.
“La destitución de hoy es una gran victoria del pueblo y la democracia”, declaró Park Chan-dae, jefe del Partido Demócrata, la principal fuerza opositora en el Parlamento.
Nacido en Seúl en 1960, pocos meses antes de un golpe militar, Yoon estudió derecho y se convirtió en un célebre fiscal por su lucha contra la corrupción. Fue clave en la condena por abuso de poder de Park Geun-hye, la primera presidenta surcoreana, quien fue encarcelada y destituida en 2016.
En 2019, como fiscal general, procesó al principal asesor del sucesor de Park, Moon Jae-in, en un caso de fraude y sobornos. El Partido del Poder Popular, en la oposición en ese momento, lo convenció para que fuera su candidato presidencial. Yoon ganó las elecciones de marzo de 2022 frente a Lee Jae-myung, del Partido Demócrata, por el margen más estrecho en la historia del país.
Yoon nunca disfrutó de mucha popularidad ciudadana, especialmente entre las mujeres, tras hacer campaña para eliminar el Ministerio de Igualdad de Género. Su gestión estuvo marcada por escándalos y controversias desde el inicio.
Uno de los momentos más críticos fue la gestión de la tragedia de Halloween de 2022 en Seúl, donde murieron aplastadas más de 150 personas. Además, los votantes lo responsabilizan por la inflación en los alimentos, el letargo económico y las crecientes restricciones a la libertad de expresión.
Las críticas aumentaron cuando Yoon vetó una ley que habría permitido una investigación especial contra su esposa, Kim Keon Hee, por manipulación del mercado bursátil. También enfrentó cuestionamientos después de que su suegra, Choi Eun-soon, fuera condenada por falsificar documentos financieros en una operación inmobiliaria.
En el ámbito internacional, Yoon mantuvo una postura firme frente a Corea del Norte y fortaleció la relación con Estados Unidos. En 2023, durante una recepción en la Casa Blanca, sorprendió al presidente Joe Biden cantando “American Pie”. Sin embargo, sus esfuerzos para mejorar las relaciones con Japón, el antiguo poder colonial de Corea, generaron descontento en su país.
Desde abril, Yoon perdió apoyo parlamentario tras la victoria del Partido Demócrata en las elecciones legislativas. Las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo aumentaron, con constantes enfrentamientos que incluyeron el recorte del presupuesto gubernamental.
En su discurso del martes, Yoon justificó la ley marcial por la amenaza norcoreana y la presencia de “elementos antiestatales” en el Parlamento. Sin embargo, expertos como Bruce Klingner, de Heritage Foundation, calificaron la medida como un “dañino revés” a los esfuerzos de Corea del Sur por superar su pasado autoritario.
