El presidente electo Donald Trump ha declarado su intención de utilizar al Ejército de Estados Unidos para respaldar su campaña de deportación masiva. Durante una entrevista con la revista TIME, Trump afirmó que la inmigración ilegal es una "invasión" que debe detenerse con todo el rigor de la ley. Esta polémica propuesta forma parte de su plan para implementar medidas más estrictas contra la inmigración indocumentada, incluyendo la declaración de una emergencia nacional para redirigir recursos federales hacia estas acciones.
Estas medidas, que buscan deportar rápidamente a los inmigrantes indocumentados, generarían un impacto significativo en millones de familias y sectores económicos, como la agricultura, que dependen de trabajadores inmigrantes. Según cifras del Departamento de Seguridad Nacional, en 2022 había 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país, y se estima que esa cifra ha aumentado en los últimos años.
Trump ha prometido intensificar las deportaciones durante sus cuatro años de mandato, un esfuerzo sin precedentes que podría implicar el uso de la Guardia Nacional y otras ramas del Ejército en roles de apoyo. Esto incluiría transporte, construcción de infraestructura y tareas de inteligencia, mientras que los arrestos quedarían a cargo de oficiales de inmigración.
El objetivo es agilizar las deportaciones para evitar la construcción de campamentos de detención prolongada. Trump afirmó que buscará deportar a los inmigrantes indocumentados rápidamente y presionar a los países de origen para que los reciban de vuelta. Sin embargo, esta estrategia plantea grandes desafíos logísticos y humanitarios, afectando a familias y comunidades enteras.
La implementación de deportaciones masivas podría fracturar a millones de familias en Estados Unidos. Los inmigrantes representan una parte significativa de la fuerza laboral en sectores clave como la agricultura, la construcción y los servicios, por lo que esta política también podría afectar negativamente a la economía nacional.
El uso del Ejército en estas acciones también suscita preguntas legales, ya que la ley estadounidense limita la participación de las fuerzas armadas en la aplicación de la ley doméstica. A pesar de esto, Trump insiste en que hará uso de todos los recursos disponibles para cumplir su promesa, un mensaje que genera incertidumbre y preocupación entre las comunidades inmigrantes.
