La administración entrante de Donald Trump ha encendido el debate sobre las vacunas con el nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud y Servicios Humanos. Este anuncio provocó preocupación debido a sus conocidas posturas críticas hacia las inmunizaciones y su colaboración con asesores que cuestionan la seguridad de las vacunas.
En este contexto, Aaron Siri, abogado cercano al equipo de RFK Jr., ha solicitado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) que revoque la aprobación de la vacuna contra la polio, una medida que ha generado una intensa reacción entre científicos y especialistas en salud pública.
La petición de Aaron Siri se basa en supuestos riesgos asociados con la vacuna contra la polio, tras argumentar que estos no han sido investigados a profundidad. Este inmunizador ha sido clave en la erradicación de la poliomielitis en Estados Unidos, ya que ha protegido a millones de personas desde su introducción.
Sin embargo, expertos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han afirmado que la mejor manera de evitar el resurgimiento de esta enfermedad es mantener altas tasas de vacunación. La Dra. Kathryn Edwards, investigadora de la Universidad de Vanderbilt, alertó que el virus sigue presente en algunas regiones del mundo y podría regresar con rapidez si se disminuyen los niveles de inmunización.
Robert F. Kennedy Jr., figura destacada del movimiento antivacunas, ha señalado reiteradamente una supuesta conexión entre las vacunas infantiles y el autismo, a pesar de que esta teoría ha sido completamente desmentida por la comunidad científica.
El presidente electo Donald Trump mencionó recientemente que su gobierno podría evaluar los programas de vacunación infantil si se encontraran evidencias de riesgos significativos. Estas declaraciones han generado preocupación entre los defensores de la salud pública, quienes temen un retroceso en los avances logrados gracias a las vacunas.
Especialistas aseguran que cualquier intento de limitar el acceso a vacunas esenciales, como la de la polio, podría provocar un aumento en casos de enfermedades prevenibles. La historia demuestra que los programas de inmunización han salvado millones de vidas y reducido significativamente el impacto de virus mortales.
El CDC también recordó que, en 2022, un hombre en Nueva York quedó paralizado tras contraer poliomielitis por no estar vacunado. Este caso subraya la importancia de mantener políticas de inmunización sólidas para evitar tragedias similares en el futuro.
