Dijo Sócrates, antes de tomarse la cicuta, que la verdad se identifica con el bien moral, es decir que quien conozca la verdad no podrá menos que practicar el bien. Por lo tanto, quien conoce lo recto actuará con rectitud y el que hace el mal es por ignorancia. Sin embargo, el siglo XXI ha perforado todos los cimientos de la cultura clásica. Los pilares sobre los que se habrían ido edificando nuestras creencias en favor de la humanidad, han sido dinamitados.