El nuevo estilo del
Barça, más intenso, más directo, asumiendo más riegos defensivos con la zaga muy adelantada, ha encajado en el nuevo formato de la Champions League, menos especulativa, menos calculada. El sello de
Hansi Flick conecta con la idea de la UEFA, que siempre defendió que la revolución de la competición conllevaría partidos más espectaculares por la búsqueda de la victoria sin remilgos y del mayor número de goles posibles por si hay que recurrir a desempates tras una octava y última jornada que será una locura el miércoles 29 de enero, con una tabla igualada y 18 partidos en horario unificado.
Seguir leyendo...