Una reciente investigación ha revelado que las papas fritas, uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial, tendrían su origen en Chile. Archivos históricos apuntan a que este popular platillo fue creado en 1629, en la actual ciudad de Nacimiento, ubicada en la región del Biobío.
El hallazgo ha generado un gran revuelo en el ámbito gastronómico, ya que se creía que las papas fritas eran un invento europeo. Sin embargo, los documentos encontrados en archivos chilenos sugieren que este delicioso acompañamiento fue concebido en tierras chilenas, lo que podría cambiar la percepción sobre su historia.
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Los archivos históricos revelan que en 1629, los habitantes de Nacimiento comenzaron a freír papas, creando así una receta que ha perdurado a lo largo de los siglos. Este descubrimiento no solo resalta la creatividad culinaria de los chilenos, sino que también pone en valor la rica herencia cultural del país.
El relato comienza con la inquietud de Javier Arredondo, coordinador de turismo del municipio de Nacimiento, se comunicó con una profesora para llevar a cabo la traducción al español actual del libro de relatos "Cautiverio Feliz", publicado en 1677 y escrito por el soldado español Francisco Núñez de Pineda. Este soldado fue capturado por los mapuches en el año 1629 en lo que hoy conocemos como la región del BíoBío. En una entrevista con El Expreso Bío Bío, Arredondo detalló que contaron con la colaboración de la profesora Raïssa Kordic, de la Universidad de Chile, quien realizó la traducción desde el Español Antiguo. El enfoque de la traducción se centró en la perspectiva mapuche, ya que en esa zona se encontraba el Fuerte de Nacimiento, donde los esclavos mapuches atendían a los españoles, quienes desconocían la cocina y los alimentos autóctonos de la época.
Durante nueve meses, Núñez de Pineda estuvo prisionero del Cacique Quilalebo, y en ese tiempo, tuvo la oportunidad de conocer de cerca las costumbres y tradiciones culinarias de la comunidad local. A pesar de las circunstancias, su experiencia como prisionero no fue tan adversa como se podría esperar, y el 29 de noviembre de 1629, en el Fuerte de Nacimiento, fue intercambiado por otros rehenes en un festín de bienvenida junto a sus compañeros.
“Porque las mujeres casadas del presidio y sus maridos, cuál envió la sopa, tostada con muchos huevos fritos por encima, cuál el guisado de pescado seco, y otros el marisco de choros secos, machas, ostiones y otros géneros; unas enviaban las papas fritas”, se lee en el texto traducido al español.
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Las papas fritas han trascendido fronteras y se han convertido en un símbolo de la comida rápida en todo el mundo. Desde su invención, este platillo ha sido adaptado y reinterpretado en diversas culturas, pero su esencia sigue siendo la misma: una deliciosa papa frita, crujiente por fuera y suave por dentro.
Durante la investigación bibliográfica realizada por Arredondo y Raïssa Kordic, se pudo determinar que los mapuches tenían acceso tanto a aceite animal como vegetal. Se menciona que los instrumentos utilizados eran de tipo rústico. Según lo indicado en el libro, en la región de Biobío se contaba con animales de los cuales se obtenía aceite animal. Por otro lado, en otras fuentes se hace referencia a plantas de las cuales los mapuches obtenían aceite para freír.
Este hallazgo representa un primer paso en el estudio. Estos hechos, asemejarían aún más la hipótesis que, los Mapuches ya consumían este tipo de comidas que hoy en día son muy populares. La investigación final será presentada el 14 de diciembre en el Fuerte de Nacimiento, durante una importante Feria de la Papa Frita Mapuche.
