El robo y la ocupación de viviendas son preocupaciones crecientes para los propietarios en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Ministerio del Interior, el año pasado registraron alrededor de 17.000 denuncias por ocupaciones ilegales. A pesar de ello, las estadísticas aportan que únicamente alrededor del 5% de los casos de 'okupación' anuales, es decir, menos de 900 corresponden a allanamientos de morada.
El pasado noviembre, el Congreso de los Diputados aprobó una enmienda en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, de momento devuelta tras su paso por el Senado, por la cual este tipo de delito pasaba a resolverse en un plazo de 15 días en lugar de los cuatro a nueve meses que suelen durar estos juicios.
Sin embargo, la prevención es clave para evitar ser parte de estas estadísticas. Para ello, María Apenador, una criminóloga especializada en ciberseguridad, ha identificado tres patrones comunes que podrían indicar que tu vivienda está siendo vigilada, ya sea para ser ocupada o para un robo. Estar atentos a estos indicios puede marcar la diferencia.
Una de las tácticas más simples utilizadas por los ladrones o posibles ocupas es llamar al teléfono fijo del domicilio. Este método les permite verificar si alguien está en casa, incluso para determinar los horarios de los residentes y en qué horas del día están en la vivienda. Si las llamadas son recurrentes y provienen de números desconocidos, podrían estar intentando confirmar que la vivienda está deshabitada.
Para evitarlo es importante, en la medida de lo posible, no contestar llamadas de números desconocidos o sospechosos. En caso de recibirlas, tomar nota de los números y reportarlos a las autoridades. Incluso, considera desconectar el fijo si no lo usas con frecuencia, especialmente en segundas residencias.
Otra señal alarmante son las marcas en las puertas, un truco documentado en el propio manual de okupación, como así lo afirma María Aperador. Los intrusos utilizan métodos discretos para identificar viviendas que pueden ser objetivos. Estas marcas incluyen pegatinas de cerrajeros o carteles publicitarios que se colocan en la puerta, trozos de papel o cartón insertados en las cerraduras, celofán pegado en los marcos de las puertas o piezas de plástico pequeñas colocadas entre la puerta y el marco.
El objetivo de estas señales es determinar si la vivienda está habitada: si las marcas permanecen sin alterarse durante varios días, los intrusos asumen que la casa está vacía.
Así que para evitarlo haz por revisar regularmente la puerta de tu domicilio, retira cualquier material sospechoso que encuentres y toma fotografías para documentarlo que, si fuera necesario, pongas al corriente en la comisaría.
Algunos delincuentes se hacen pasar por vendedores para acercarse a las viviendas y obtener información valiosa. Durante estas visitas, pueden observar el interior de la casa o tratar de sonsacar datos sobre los propietarios, como horarios, hábitos o tiempo que suelen estar fuera.
Sé cauteloso con vendedores que lleguen a tu puerta, especialmente si hacen preguntas personales. Tampoco compartas información sensible, como si la casa estuviera vacía en ciertos momentos. Y siempre, si notas un comportamiento extraño, llama a la policía.
En su vídeo, la criminóloga María Aperador también destaca la importancia de diferenciar entre viviendas habituales y segundas residencias. En viviendas habituales, basta con estar atentos a estas señales y actuar rápidamente en caso de sospecha. Pero también advierte de la necesidad de hacerlo en segundas residencias, donde será útil visitarlas periódicamente, incluso si no planeas usarlas, para verificar que todo esté en orden y detectar posibles signos de vigilancia o manipulación. Además, considera implementar medidas de seguridad adicionales, como cámaras, alarmas o sistemas de domótica que te permitan monitorear la vivienda a distancia.
Estar alerta ante estas señales y actuar con rapidez puede ser crucial para proteger tu hogar. Si notas algo sospechoso, no dudes en contactar a las autoridades. La prevención no solo protege tus bienes, sino también tu tranquilidad y la de tu familia. Recuerda que la vigilancia activa y la precaución son tus mejores aliados frente a estos riesgos.
