El impacto frontal de un buitre que provocó la rotura de la cúpula del avión y de varios instrumentos de la parte superior de la cabina, es la hipótesis más probable del accidente del avión de combate F-18, ocurrido el pasado mes de octubre en Teruel, en el que falleció su piloto, el teniente coronel Pablo Estrada Martín.
Así lo señala la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) en un documento en el que avanza "las circunstancias plausibles" del siniestro y que señala que de la investigación "no puede inferirse error humano alguno que contribuyera al accidente".
El avión, un F-18 de la Ala 12, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), se estrelló el pasado 4 de octubre a unos 500 metros de la localidad turolense de Peralejos y el piloto no se pudo eyectar.
Los hechos ocurrieron durante una misión de entrenamiento de dos aviones en vuelo a baja altitud.
En el momento del impacto con el ave, el teniente coronel volaba en formación táctica con su líder, en paralelo a 2 kilómetros de distancia, a una velocidad de 800 km/h y una altura de 220 metros sobre el terreno, que fue el que dio la voz de alarma, avisando del lugar aproximado del accidente.
La misión estaba diseñada sobre un perfil de vuelo en una ruta autorizada, dentro de un área de entrenamiento habitual en la provincia de Teruel, según el documento, que señala que la aeronave se encontraba apta para la tarea y la exigencia inherente a la misión encomendada a un avión de combate.
Tras la colisión con el buitre de grandes dimensiones, el caza prosiguió su vuelo de forma no gobernada hasta el impacto con el terreno.
El piloto fallecido, nacido el 24 de septiembre de 1975, estaba casado y tenía cuatro hijos. Destinado en el Ala 12, el teniente coronel ejercía como jefe de Fuerzas Aéreas de la unidad y contaba con más de 2.358 horas de vuelo, 970 en F-18, por lo que estaba considerado como un piloto de alta experiencia.
