Se las prometían felices
Stephen Curry y sus Warriors, seis puntos arriba con 1:17 por jugar (84-90) en la lampante y rojiza pista de los Houston Rockets. Entonces, cuando la mejor dinastía de la última década ya empezaba a ver cerca el viaje a Las Vegas para añadir un título más a su legado: triple de
Fred VanVleet, bandeja de
Alperen Sengun para poner el 89-90 a falta de 27 segundos, triple errado de Curry a falta de 12,5 y una jugada que desató la ira en Golden State: los árbitros señalaron falta sobre
Jalen Green en una disputa en el suelo en una trepidante secuencia final con Jonathan Kuminga y Kevon Looney con 3,5 segundos de crono y el jugador de Houston convirtió ambos tiros libres para el 91-90 final. En el momento más oportuno, los Rockets acabaron con su mala racha de
15 derrotas seguidas frente a los Warriors.
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